Desde hace tres décadas, salvo el parón en 2020 y 2021, la iniciativa Vacaciones en Paz traslada a menores saharauis a Canarias donde durante dos meses pueden escapar de las duras condiciones que tienen en los campamentos de refugiados de Tinduf, disfrutando de una estancia agradable en el seno de familias de las islas que se encargan de su supervisión.
En la jornada de ayer, llegaron a Tenerife un centenar de menores (de los 113 que se preveían inicialmente), tras un desayuno y acto de bienvenida en La Laguna, fueron repartidos por todas las Islas, gracias a la Asociación Canaria de Solidaridad con el Pueblo Saharaui, la Asociación Canaria de Amistad con el Pueblo Saharaui, el Gobierno de Canarias, Cabildo de Tenerife, Titsa, Aena o la República Árabe Saharaui Democrática.
Algo cansados por el trayecto y el retraso en el vuelo procedente de Argel a Tenerife Sur, los niños y niñas entre 9 y 10 años se mostraban emocionados y felices por abrazar a las familias que los esperaban. Entre un 60 y un 70% de los niños son repetidores y suelen ser acogidos por la misma familia. En algunos casos hay canarios que llevan más de 25 años participando en esta iniciativa e incluso los han visitado en los campamentos.
Aunque tras el parón de la pandemia han tenido dificultad para encontrar algunas familias, las organizaciones esperan que la solidaridad del pueblo canario vuelva a reactivarse. “Nos gustaría haber traído más niños y niñas, pero estamos volviendo a crecer”, reconocían.
Durante dos meses, estos niños y niñas disfrutarán en Canarias de un verano más apacible que en el desierto argelino, así como verán mejorada su calidad de vida con una mejor alimentación, chequeos sanitarios y muchas actividades y diversión organizadas por las familias. También tendrán la oportunidad de reunirse todos para visitar museos, instituciones públicas y en la tradicional manifestación por la autodeterminación que en Tenerife partirá de la Plaza Weyler.