El concejal del Partido Popular (PP) Leopoldo Afonso se convirtió ayer en el nuevo alcalde del Puerto de la Cruz tras prosperar la moción de censura contra el Gobierno de Marco González (PSOE) interpuesta por su socio de gobierno, la Asamblea Ciudadana Portuense (ACP), junto con el PP y Coalición Canaria (CC).
Una hora antes de la sesión, un número importante de simpatizantes socialistas se concentraron en la plaza de Europa para apoyar al ahora exalcalde con pancartas, pitos y cantos como el clásico ‘ista, ista, ista, el Puerto es socialista’, en medio de un gran despliegue policial.
Tal y como estaba previsto, a las doce en punto entraron al salón de plenos los miembros del nuevo gobierno y minutos después lo hicieron los del grupo Socialista, ambos apoyados por simpatizantes y dirigentes de sus respectivos partidos aunque se echaron en falta figuras claves como la de Manuel Domínguez, Francisco Linares o Pedro Martín. Allí estuvieron Emilio Navarro, Aarón Afonso, Lope Afonso, Jonathan Fumero y Nira Fierro, entre otros.
El secretario de la Corporación leyó el acta y a continuación se constituyó la Mesa de Edad presidida por los ediles Jesús Reverón (PSOE) y Alonso Acevedo (CC). Fue este último quien dio los argumentos de la moción de censura, la tercera que se le presenta al PSOE portuense en la etapa democrática, y que justificó como “de extrema emergencia” y necesaria” debido al “abandono” que sufre.
El primero en pronunciarse fue Leopoldo Afonso, hermano del vicepresidente del Cabildo de Tenerife y exalcalde portuense, Lope Afonso, quien ocupó el segundo lugar en la lista del PP en las últimas elecciones municipales ya que el candidato era Ángel Montañés, actual director general de Transición Ecológica y Lucha contra el Cambio Climático del Gobierno de Canarias.
Afonso aseguró que Puerto de la Cruz atraviesa “uno de los peores momentos de su historia como consecuencia de la nefasta gestión de los últimos tiempos, “donde la limpieza brilla por su ausencia; hay una carencia de aparcamientos públicos; no hay auditorio; los parques infantiles se encuentran en una situación lamentable; y los barrios están abandonados”.
Como punto cúlmine citó el cierre de Playa Jardín debido al mal estado de las aguas, “un problema que el PSOE no ha sido capaz de solucionar”.
Criticó el “despilfarro descontrolado” en la ciudad para esconder “el caos, desastre y abandono” en el que se encuentra. Para paliar esta situación prometió que el nuevo gobierno trabajará por una política urbanística sostenible; la accesibilidad; el desarrollo del comercio; el apoyo a los empresarios y al sector servicios; y apostará por una cultura “con mayúsculas” y por el deporte, “que ha hecho del Puerto un referente”.
Por último, dijo que en política “no hay enemigos sino adversarios” y le tendió la mano a la oposición para sacar adelante los asuntos importantes que conciernen a la ciudadanía.
El pleno transcurrió con normalidad y sin imprevistos. No hubo sorpresas ni cambios a último momento. Solo un hombre del público fue llamado al orden por parte del presidente de la Mesa y posteriormente, un agente de la Policía Local lo obligó a retirarse al interrumpir en varias ocasiones mientras González y la portavoz del PSOE, Flora Perera, pronunciaban su discurso.
Los momentos de mayor tensión estuvieron protagonizados por los dos exsocios de gobierno que no dudaron en sacar a relucir sus desavenencias y los “trapitos sucios”. Marco González acusó al portavoz de la ACP, David Hernández, de “traición” mientras que éste le reprochó que quisiera “someter” a los dos ediles con un nuevo pacto obligándoles a votar todo lo que los socialistas llevaran a pleno. “Nos enviaron una carta el 24 de abril, sin temblarles las manos, cambiando el acuerdo. “¿Quien decidió esa ruptura unilateral, ¿Cuántos saben el contenido de esa carta? Ustedes lo que querían era sometimiento, y ahí no van a encontrar a ACP”, espetó.
El socialista no se quedó atrás. Culpó al otro edil de la ACP, Alberto Cabo, de no entregar el informe que obligó al cierre de Playa Jardín, al tiempo que defendió su gestión y su modelo de ciudad “viva” durante la COVID 19.
Tras la intervención de los respectivos portavoces y la votación de todos los ediles, Leopoldo Afonso tomó el bastón de mando con el apoyo de los siete concejales de su partido, los dos de la ACP y los otros dos de CC. Once ediles que provienen de la minoría adquirieron más fuerza que los diez del PSOE elegidos por la ciudadanía en los últimos comicios.
“Este caso es distinto porque la izquierda se ha vendido a la derecha”
Al finalizar la sesión plenaria, Marco González se dirigió a un público que lo esperaba en la plaza de Europa al canto de ‘ista, ista, ista, el Puerto es socialista’ y con pancartas de apoyo. Hubo besos, abrazos, ramos de flores, muchos buenos deseos, críticas a la ACP, y el compromiso de trabajar duro desde la oposición para recuperar la Alcaldía en las elecciones de 2027.
“Sé que muchos de ustedes prefirieron no estar en el salón de plenos, como mi madre, que no quería ver una deslealtad, porque esta no es una moción de censura como las anteriores. La que se presentó contra Salvador García, fue porque el PSOE obtuvo una mayoría que permitiera fuerzas de izquierdas, igual que la de Lola Padrón, pero en este caso es distinta, porque la izquierda se ha vendido a la derecha. La ACP se ha convertido en un partido residual, que poco a poco ha ido perdiendo la confianza de la ciudadanía. Hoy demuestra que no será de izquierdas nunca”, sentenció.
Traición e infidelidad, fueron las palabras con las que Marco González definió a su antiguo socio de gobierno. Respecto a la carta a la que aludió David Hernández y con la que el PSOE supuestamente rompió el pacto, dijo que “era un ejemplo más de lo rastrero que se puede llegar a ser en política, haciendo públicas las comunicaciones que los partidos tienen entre sí”.