En los últimos años, los vehículos de movilidad personal (patinetes eléctricos) se han convertido en un medio de transporte popular en las áreas urbanas de Tenerife y gran parte de España. Su gran uso ha generado problemas significativos, como la ocupación descontrolada de espacios públicos, la falta de orden en su aparcamiento y el riesgo para peatones y conductores. En este contexto, el Ayuntamiento de Adeje ha decidido actuar y convertirse en el segundo municipio de Tenerife, tras Santa Cruz de Tenerife, en aprobar una normativa específica que regule su uso.
Entre las medidas contempladas, destaca la obligatoriedad del casco para los conductores de estos vehículos y el aumento de las tasas por la retirada de los patinetes de las dependencias municipales. La iniciativa, enmarcada en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), busca ordenar y limitar el uso de este vehículo.
Mercedes Vargas Delgado, teniente de alcalde y concejala de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Adeje, se ha ocupado de la redacción de la normativa. La edil espera que sea aprobada “antes de final de año” e indica que “llevamos meses” trabajando en este reglamento, “trabajo meticuloso y esencial para evitar que la normativa pueda ser impugnada o cuestionada legalmente en el futuro”. Por eso, recalca la necesidad de que sea “estricta y dura” para garantizar su efectividad.
Almacenaje DE PATINETES en 2023
Con este documento, el consistorio intenta responder a uno de los problemas que más dolores de cabeza está dando a los ciudadanos y, de esta forma, asegurar que el espacio público se utilice de manera ordenada. Hasta el momento, la masificación de patinetes en Adeje ha llevado a la retirada de más de 4.000 vehículos solo en 2023, cifra que refleja la magnitud del problema, por tanto, en la región.
Vargas explica que “esta situación ya lleva tres años siendo un desafío, no solo para el municipio”, sino para Canarias, “con cifras similares, con cerca de 15.000 patinetes retirados en total durante este periodo. La gran cantidad de vehículos mal aparcados, ocupando aceras, zonas peatonales y espacios públicos, ha generado una creciente insatisfacción entre los residentes”, señaló.
CONTROL SOBRE LAS EMPRESAS
“Queremos endurecer la normativa para regular y ordenar el territorio”, añade la teniente de alcalde. En este sentido, el PMUS no solo se centrará en limitar el número de patinetes en el municipio, sino también en garantizar un “uso seguro y responsable”. Entre las medidas propuestas por el consistorio, sobresale esa obligatoriedad del uso de casco para los conductores, con lo que se busca reducir los accidentes que ha habido y garantizar la seguridad de los usuarios y el resto de viandsantes o vehículos.
Otro aspecto clave de la normativa consiste en el control sobre las empresas que operan con patinetes eléctricos. Según Vargas, actualmente tres compañías están registradas oficialmente en el municipio, pero el descontrol en la gestión de los vehículos ha sido “un problema recurrente”.
Por ello, Vargas anuncia que se establecerán tasas más altas para la retirada de patinetes que sean abandonados en la vía pública y que queden en los depósitos municipales, una medida que pretende incentivar el uso responsable por parte de los operadores.
Paralelamente, el Ayuntamiento de Adeje ha comenzado a promover charlas educativas en centros educativos sobre la utilización responsable de estos vehículos, con el objetivo de sensibilizar a la ciudadanía joven sobre la importancia de respetar las normativas.
Un problema regional
Si bien Adeje es el primer municipio del sur de Tenerife en avanzar con una normativa en este ámbito, otras localidades de la comarca, como Arona, también están trabajando en estos momentos en ordenanzas similares. Sin embargo, Mercedes Vargas reconoce la dificultad de coordinarse entre distintos municipios cuando “no existen barreras geográficas claras”, como es el caso de las delimitaciones entre estos dos términos sureños, con una gran actividad turística.
El puente del barranco de Troya les separa, pero “no hay una barrera de límite geográfico entre Arona y Adeje. Y nosotros, a una empresa que tiene un contrato firmado con Arona, no la podemos sancionar”, lamenta la edil. Este vacío legal, según señala, resalta la necesidad de una mayor cooperación entre las administraciones locales para garantizar la efectividad de las normativas.
Con el desarrollo del PMUS, el municipio adejero no solo busca ordenar el territorio y garantizar la seguridad de los peatones, sino también promover una movilidad más sostenible y equilibrada. Como recalca Vargas, “todos los actores, tanto empresas como usuarios, han de mantener el orden y es deber de las admnistraciones promover normativas que establezcan la convivencia”.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas