La Red de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) de la Unión Europea, entidad que coordina a las agencias de seguridad alimentaria de los países miembros, como AESAN en España, ha lanzado una alerta urgente solicitando la retirada inmediata de un cargamento de atún claro destinado al mercado español. El motivo de esta medida es la detección de un fallo en la cadena de frío durante su transporte, lo que hace que el producto no sea apto para el consumo humano.
Según ha notificado la RASFF, que califica el incidente como un “riesgo potencial”, la irregularidad fue descubierta en un control fronterizo. El lote afectado corresponde a atún de la especie Thunnus albacares, la más popular en España, y provenía de las islas Seychelles. Aunque no se han reportado casos de intoxicación o enfermedades vinculadas a su consumo, la ruptura en la cadena de frío compromete la seguridad del producto.
No se ha proporcionado información sobre las empresas productoras o las zonas del país implicadas en la distribución del atún retirado. La organización FACUA-Consumidores en Acción ha criticado repetidamente la falta de transparencia en este tipo de alertas alimentarias a nivel europeo, argumentando que la falta de información precisa genera desconfianza entre los consumidores, quienes no saben si otros productos podrían estar igualmente comprometidos.
Cabe destacar que la RASFF ya ha emitido anteriormente alertas similares, como en el caso de los langostinos que ingresaron a España con problemas en la cadena de frío. Estos alimentos, por su alta perecibilidad, requieren un estricto control de temperatura durante el transporte y almacenamiento para garantizar su seguridad.
El atún, cuando se consume con moderación, es una excelente fuente de proteínas, aportando aproximadamente 20 gramos por cada 100 gramos de producto. Según la Universidad de Harvard, las proteínas deben constituir alrededor del 25% de nuestras comidas diarias. No obstante, se aconseja limitar el consumo de este pescado a una porción semanal debido a la posible exposición a metales pesados, como el mercurio, que es más común en pescados de gran tamaño.
En cuanto a los beneficios nutricionales del atún, su contenido en ácidos grasos omega-3 es fundamental para la salud cardiovascular. Además, es una buena fuente de vitaminas del grupo B (B6, B12 y niacina) y de vitamina D, conocida por sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras. Entre los minerales que aporta destacan el fósforo y el selenio, el cual es abundante en este pescado azul.
Es importante que los consumidores estén atentos a las notificaciones oficiales y eviten adquirir productos que hayan sido retirados del mercado. La seguridad alimentaria es prioritaria, y en situaciones como esta, la prudencia es clave para evitar posibles riesgos. La cooperación entre autoridades, distribuidores y consumidores es crucial para mantener la confianza en los alimentos que consumimos.
Establecida en 1979, la RASFF tiene como misión proteger la seguridad alimentaria en Europa, facilitando el intercambio inmediato de información entre los países miembros de la UE sobre cualquier riesgo para la salud pública relacionado con alimentos o piensos.
Las autoridades españolas, en conjunto con la RASFF y los servicios de aduanas, continúan monitoreando de cerca las importaciones de mariscos y otros productos sensibles, para asegurar que cumplan con los estrictos estándares de seguridad alimentaria de la Unión Europea.