Los vertidos de aguas residuales que han obligado al cierre de Playa Jardín no provienen directamente del emisario submarino, sino de la falta de conexión a la red de alcantarillado de las viviendas del barrio de Punta Brava. Así lo revelan las analíticas tomadas por los buzos como consecuencia de los trabajos de sellado del emisario submarino de esta zona, según confirmó ayer a este periódico la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, al ser consultada sobre este asunto, que centra la agenda política del Gobierno municipal y que se ha convertido en uno de los principales problemas para los usuarios del complejo de playas, en el que se sigue desaconsejando el baño, con las consecuencias que ello tiene para el destino turístico Puerto de la Cruz.
La presidenta anunció que la Corporación insular destinará un millón de euros para conectar unas 450 viviendas a la red de saneamiento, actuación que el ayuntamiento “no puede asumir en solitario porque sería muy complicado, pese a que es de su competencia, y que tendría que haber sido abordada desde hace años”. “Esto va a ser fundamental para poder garantizar que el agua de baño en Playa Jardín esté en condiciones para volver a disfrutarla”, dijo ayer.
Dávila aseguró que se intentará que el consistorio pueda acogerse a un decreto de emergencia que permita abordar este problema “lo antes posible”, ya que se arrastra desde hace tiempo. En este sentido, el alcalde, Leopoldo Afonso, confía en poder contar con los informes jurídicos y técnicos correspondientes porque eso permitirá acortar plazos legales y administrativos y buscar una solución “todo lo rápido que sea posible”, con el fin de que el próximo verano la playa esté habilitada al baño con todas las garantías.
Depuradora
La mandataria insular hizo hincapié en que la falta de conexión a la red de alcantarillado ha tenido otras consecuencias, como haber incrementado la carga sobre la depuradora de Punta Brava, una instalación de carácter comarcal, construida en los años 80, que recibe las aguas residuales de los municipios de Los Realejos y La Orotava y que se encuentra al límite de su capacidad. Al respecto, recordó que el Cabido invertirá 20 millones de euros en esa obra, que también ha sido declarada de emergencia.
“El emisario estará sellado y se ampliará la depuradora, una actuación que es importante, pero, en paralelo, tenemos que trabajar con el ayuntamiento en algo que se tenía que haber abordado probablemente hace años: garantizar la salubridad de las aguas de Playa Jardín y eso es en lo que nos vamos a centrar”, recalcó.