El Pleno del Congreso ha aprobado una proposición no de ley, presentada por el Grupo Parlamentario Socialista, para reducir el límite de la tasa máxima de alcohol permitida para conductores de vehículos motorizados y no motorizados. La nueva propuesta establece un límite de 0,2 gramos por litro en sangre y 0,1 miligramos por litro en aire espirado. En la actualidad, los límites se sitúan en 0,5 g/l y 0,25 mg/l, respectivamente, y en el caso de los conductores nóveles, se fijan en 0,3 g/l y 0,15 mg/l.
El Gobierno ha justificado esta medida señalando que el consumo de alcohol es uno de los factores de riesgo más importantes en los accidentes de tráfico. De acuerdo con datos del año 2023, el 32,7% de las víctimas mortales en accidentes de tráfico presentaban una tasa de alcoholemia positiva. A pesar de los avances en seguridad vial, esta cifra sigue siendo alta.
La proposición no de ley ha salido adelante con los votos a favor de PSOE, PNV, Esquerra Republicana y Sumar. Aún faltan varios trámites legislativos para que la medida sea aprobada como ley y publicada en el BOE. Ahora, corresponde al Ministerio del Interior redactar el proyecto de ley, que será presentado ante las Cortes.
El Grupo Parlamentario Popular se ha abstenido en la votación, manifestando su desacuerdo con algunos puntos de la propuesta. Los populares planean presentar una enmienda y solicitar la comparecencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, así como la del director general de Tráfico, Pere Navarro, y la del director del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, Álvaro Gómez.
Por su parte, Vox ha criticado la medida calificándola de “recaudatoria” y ha defendido que en lugar de limitar y prohibir, se debe educar a los conductores. Según su postura, la concienciación y la responsabilidad individual son claves para evitar la conducción bajo los efectos del alcohol.