Pepe Mel, entrenador del CD Tenerife, se la juega mañana sábado con la visita del aspirante Elche. Y es que los números del técnico madrileño desde que cogió las riendas del representativo hablan por sí solo: 9 puntos de 30 posibles y solo 1 de 15 lejos de la isla.
Las derrotas consecutivas ante Oviedo y Albacete han precipitado que el entrenador madrileño esté en la cuerda floja para la propiedad del club. Tanto desacierto desde que se presentó la campaña de abonos con el infame vídeo, con la contratación de un técnico especialista en descensos como Óscar Cano, y una deplorable ventana de traspasos culminada con la guinda de la venta de Álex Corredera y del refuerzo (?) de Marlos Moreno, han supuesto un caldo de cultivo difícil de digerir para un hastiado entorno blanquiazul.
La realidad es que el Tenerife, con un partido menos, tiene la permanencia a siete puntos. Una tercera derrota de manera consecutiva supondría el adiós de Pepe Mel al banquillo blanquiazul.
Lo ideal es que el representativo amarre los tres puntos en el Heliodoro Rodríguez López ante uno de los aspirantes, con el fin de ver más cerca los puestos de permanencia, y encarar con más optimismo los choques ante Zamora, Córdoba, Deportivo, y la doble salida para cerrar el 2024: el Huesca de Antonio Hidalgo y el Burgos de Luis Miguel Ramis.