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Canarias desde la Base, la Cantera de la Lucha Canaria

En el archipiélago canario, pocos deportes despiertan tanto sentimiento de identidad como la Lucha Canaria. En Telde, Gran Canaria, el Club Castro Morales se alza como un referente histórico y cultural, uniendo generaciones alrededor de esta disciplina que es mucho más que un deporte: es un símbolo vivo de la tradición isleña.

Una Historia forjada en la arena

El Castro Morales lleva el nombre de una leyenda de la Lucha Canaria, una decisión que marcó el inicio de un legado que perdura hasta hoy. Este club ha sido testigo de incontables enfrentamientos épicos sobre la arena y ha visto pasar a algunos de los mejores luchadores de la historia del deporte autóctono.

Jaime Rivera, actual presidente y destacado puntal del club, compartió su visión:
“La lucha aquí no es solo ganar o perder. Es respeto, compañerismo y un homenaje constante a nuestras raíces.”

El club, situado en el corazón de Telde, ha mantenido viva la tradición mientras adapta sus métodos para responder a los cambios de la sociedad moderna.

Forjando futuro en la Base

El verdadero motor del Castro Morales es su cantera, donde decenas de jóvenes se inician en la lucha. Rivera subrayó la importancia de invertir en las nuevas generaciones:
“Formamos a los luchadores del mañana, pero también educamos en valores como el respeto y el trabajo en equipo. Queremos que se sientan orgullosos de ser parte de esta tradición.”

Los entrenamientos semanales y las competiciones locales son esenciales para fortalecer las habilidades técnicas de los jóvenes, mientras se organizan actividades comunitarias para reforzar el vínculo con la cultura canaria.

Un legado que perdura

El Castro Morales representa la esencia misma de la Lucha Canaria: esfuerzo, humildad y un profundo amor por las raíces. Desde Telde, su influencia se extiende a toda la isla, siendo un ejemplo del impacto que una comunidad unida puede tener en preservar y revitalizar una tradición.

En un momento donde la identidad cultural busca su espacio, el Castro Morales demuestra que la Lucha Canaria sigue viva en cada enfrentamiento, y que su legado tiene un futuro brillante por delante.

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