El Sur de Tenerife ya se ha convertido en un destino gastronómico por excelencia y además concentrado en tres municipios de la zona: Arona, Adeje y Guía de Isora. Si nos atenemos a los restaurantes con estrella Michelin, de los diez reconocimientos solo uno está fuera de ese ámbito territorial, que además es la zona turística más demandada de la isla. El pasado lunes la gala Michelin 2025, que se celebró en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia, añadió dos estrellas más a las ocho que ya tenía Tenerife. Ahora las diez estrellas se reparten de la siguiente manera: con dos estrellas figuran El Rincón de Juan Carlos, de los hermanos Juan Carlos y Jonathan Padrón, en el Royal Hideaway Corales (Costa Adeje) y el M.B, de Martín Berasategui y Erlantz Gorostiza, en The Ritz Carlton Abama, en Guía de Isora. Con una estrella están San Hô, de Adrián Bosch, en el Royal Hideaway Corales (Costa Adeje); Haydée by Víctor Suárez (La Orotava); Taste 1973 en el hotel Villa Cortés (Arona), de Diego Schattenhoffer; Nub, de Fer Fuentes y Andrea Bernardi en el hotel Bahía del Duque, en Costa Adeje; Il Bocconcino de Niki Pavanelli, en el Royal Hideaway Corales, y Donaire, en el GF Victoria, de Jesús Camacho. Estos dos últimos en Costa Adeje fueron incorporados en la pasada gala.
A la vista está que nueve de las diez estrellas que ostenta la isla están ubicadas en los municipios de Arona, Adeje y Guía de Isora, con la excepción de Haydée de Víctor Suárez, que está ubicada en el municipio de La Orotava. Prácticamente todo estos restaurantes han sido reconocidos también por la Guía Repsol, cuya próxima gala de entrega de Soles se celebrará el próximo día 17 de marzo en el Teatro Guimerá de Santa Cruz, o en las diferentes ediciones de los Premios Nacionales de Gastronomía de DIARIO DE AVISOS, que el próximo año cumple su 40 edición.
Cambio de paradigma
Una novedad que se aprecia en estos reconocimientos es que si antes las estrellas iban a parar a restaurantes a pie de calle ahora lo hacen en aquellos ubicados en los hoteles. Quizás estemos asistiendo al punto y final de los prejuicios para comer y cenar en restaurante de hoteles y acabar con boberías como que a los comensales les intimidaba entrar por el hall del establecimiento. Ahora todo ha cambiado. Los espacios vacacionales aprovechan las terrazas, y en Canarias hay prácticamente buen tiempo todo el año para celebrar especialmente cenas además de disfrutar de las vistas a La Gomera o al Atlántico.
Este cambio de paradigma continuará en los próximos meses con la apertura de nuevos hoteles, concretamente en Costa Adeje, que ya trabajan en fichar a cocineros con renombre que sirvan de imanes para conseguir nuevas estrellas.
Hay que reconocer méritos a los propietarios y directivos de los hoteles que han dejado atrás aquellos menús internacionales que obligaban a los huéspedes a buscarse la vida en la calle para adentrarse en el mundo de la alta cocina. Y a los cocineros, que han cambiado el chip y encuentran proyectos sólidos y rentables en los establecimientos turísticos. Diez estrellas en una sola isla evidencian que se pueden hacer las cosas de otra manera. Y si no, atentos al Royal Hideaway Corales, en Costa Adeje, que con tres restaurantes tiene cuatro estrellas Michelin, que le sitúa en el récord de España.