De juez a coach, de firmar sentencias a crear redes, de hacer cumplir la ley a impartir la justicia del alma. Ese es el camino elegido por Arturo Lodeiro, de 33 años, hasta ahora decano de los juzgados de Granadilla de Abona. Después de cinco años de carrera judicial (los tres últimos en el sur de Tenerife) cuelga la toga, tal como adelantó en julio pasado en DIARIO DE AVISOS. Su renuncia acaba de ser ratificada por la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial y desde ahora se dedicará en cuerpo y alma a “aliviar el sufrimiento humano y, en la medida de lo posible, a erradicarlo”.
“La carrera judicial es para quien la quiera correr. Llega un momento en el que compruebas que las zapatillas están desgastadas, te das la vuelta y ves un montón de gente corriendo contigo y dices: yo lo que quiero es irme a casa, estar en paz”. El sorprendente giro profesional de este juez, que ha destacado por su cercanía y humanidad, como reconocen sus homólogos, fiscales, abogados, personal administrativo y hasta condenados, ha generado una pregunta en su gremio: “¿Pero qué hacías tú de juez?”. Algunos ven en su decisión un salto al vacío. “Quizás ellos valoren más este puesto que lo que para mí significa”, afirma, aunque aclara que todos lo han aceptado y le han apoyado, desde el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias hasta el Consejo General del Poder Judicial.
El joven exjuez madrileño practica la espiritualidad como una forma de vida y “no como una meditación de 20 minutos”. Necesitaba visualizar una imagen que justificara su volantazo profesional y la encontró de inmediato en el subconsciente: en su mente apareció un nido y un huevo. “Granadilla ha sido mi nido, pero necesitaba volar y para eso hacen falta alas. La Justicia, el sistema, el Consejo General del Poder Judicial… me han dado un entorno seguro: un buen trabajo, un sueldo, un respeto, una red de apoyos… me lo han dado todo, han sido el huevo donde he ido incubando nuevas ideas”, explica a este periódico Lodeiro, para quien “ver a tanta gente sufriendo de diversas formas cada día me ha dado una perspectiva de lo que realmente quiero hacer, que es aliviar el sufrimiento humano y erradicarlo, en la medida de lo posible. La Justicia solo me permitía aliviarlo”.
El exdecano de los juzgados de Granadilla de Abona extiende su metáfora para subrayar que “si te quedas demasiado tiempo dentro de un huevo, te fríen, te cuajas o te conviertes en un huevo duro. O, como mucho, aspiras a ser una gallina o un pollo. En cambio, si quieres ser un halcón tienes que renunciar a un plan apetecible de vida, romper el huevo y volar alto. Mi alma me llama a otra cosa”.
Insiste en que la Justicia es una forma de aliviar el dolor de las personas, “por eso la honro y le he dedicado todo este tiempo de preparación y trabajo”, pero recalca que ahora cuenta con una herramienta “más potente”, el coaching, para atacar la angustia humana de raíz. En ese sentido, avanza que quiere potenciar el protagonismo de la espiritualidad en el día a día de quienes le acompañen en su camino y convertirla en “algo tan adictivo como el azúcar, tan popular como el fútbol y tan accesible como el agua corriente”.
Tras poner en marcha la web www.cometounity.com y Despazio, un grupo de meditación por WhatsApp, “para desarrollar paz interna y externa”, en el que germina el jardín de su nuevo proyecto, Lodeiro prepara el salto a una gran plataforma global que creará próximamente y que funcionará como una “factoría de paz” con acceso a recursos gratuitos. “Estará dirigida a todas las personas y todos los niveles de conciencia, y ofrecerá a sus usuarios un camino claro e integral para el crecimiento espiritual”. Agrega que su nueva herramienta será “creativa y divertida, como no se ha hecho jamás” y estará conectada con otras plataformas ya en marcha.
“No pretendo hacerlo todo, pero sí amplificarlo: es como crear el Ikea de la espiritualidad, es decir, yo te doy las bases para que tu cuerpo, tu mente, tu alma y tu espíritu crezcan y te lo vas a montar tú mismo. Podrás formar parte de las comunidades conscientes que crearemos a través de Internet, tanto en Tenerife como fuera de la Isla, con personas que saben que otra vida es posible, que este sistema no les convence, que buscan algo nuevo y que están dispuestas a tomarse la pastilla de la realidad de vivir desde quienes son, disfrutando de su pasión y compartiéndola”.
Lodeiro subraya su “entusiasmo” al ver cómo fluye su proyecto de coaching “rompedor”, que pretende ir más allá de los métodos divulgativos actuales y que define con el término “soulching”, haciendo un juego de palabras entre soul (alma, en inglés) y coaching. Con su innovadora propuesta, basada en su experiencia como juez, busca poner remedio a la falta de conciencia y amor, dos conceptos que, a su juicio, han perdido fuelle en la sociedad y resultan claves en las relaciones humanas.
“No he visto una persona en el juzgado que no esté buscando una forma de amor. El crimen es una consecuencia de que no somos conscientes de que queremos algo y eso lo he visto cada día: gente buscando amor, a veces de una forma muy extraña”. Y apuntala su discurso recordando la existencia de estudios que relacionan un descenso de la criminalidad en las ciudades cuando grupos de personas meditan por la paz.
Su revolucionaria iniciativa incluye una segunda línea de trabajo. El exjuez madrileño reconoce su capacidad para identificar líderes y “personas de gran corazón”, y aspira a convertirse en el “coach de los coaches” y en el de los futuros líderes que no han podido explotar su talento por falta de recursos económicos o tecnológicos. O simplemente porque nadie se ha fijado en ellos. “Me he dado cuenta de que hay un vacío de futuros líderes emergentes y quiero trabajar con ellos. Es como ver a Michael Jordan jugando solo en una cancha al aire libre. Yo le quiero dar el pabellón, el equipo y la confianza. Voy a hacerle soñar.
Le voy a convencer de que es Michael Jordan, Serena Williams o Leonardo Da Vinci y cuando se lo crea, aunque sea un poco, vamos a trabajar para que aparezcan las oportunidades y para que esa persona tenga, desde un trabajo individual, un impacto global. De alma a alma, con personas que tienen proyectos, pasión y propósito”.
Arturo Lodeiro tiene muy claro que actualmente existe una “gran necesidad” de coaching, herramienta que compara con una “lámpara mágica” que, sabiéndola utilizar, resuelve cualquier problema, asegura. “Pero, sobre todo, -recalca– en estos tiempos de la Inteligencia Artificial hace falta humanidad, conciencia y amor”. Sostiene que la combinación de esos tres conceptos es la base del éxito de cualquier trabajo, “porque es lo que quiere la gente”.
Ahora, mira hacia atrás y lamenta que el mundo de la Justicia, su mundo hasta ayer, descartara la posibilidad de compatibilizar el coaching. “Creo que se ha cerrado la puerta a una oportunidad, a una herramienta que funciona y contribuiría a mejorar el sistema, pero consideraron que no era compatible. Acepto la decisión”.
Ya en la despedida de nuestra conversación, cuando le pedimos qué palabra resumiría lo que se lleva de su etapa en los juzgados, saturados, de Granadilla de Abona, no duda ni un segundo en responder: “Las personas, las personas y las personas: trabajar codo con codo con seres humanos y almas maravillosas”.