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El CD Tenerife decepciona y da otro paso hacia el abismo del descenso

Los blanquiazules vuelven a dar su peor versión, en el momento más inoportuno, y caen (0-1) ante el Eldense de Oltra, que aprovechó un error grosero para llevarse tres puntos de oro
El Tenerife se cuelga la soga al cuello (0-1). Fran Pallero
El Tenerife se cuelga la soga al cuello (0-1). Fran Pallero

El Tenerife se colgó la soga del descenso al cuello después de perder ayer ante un CD Eldense que no tuvo que hacer nada del otro mundo para ganar por segunda vez en esta temporada al conjunto blanquiazul. Impotente e incapaz, el Tenerife queda más que tocado en su lucha por eludir el descenso de categoría.

El paso por los vestuarios auguraba una reacción de los de Álvaro Cervera. Peor que en el primer tiempo era casi imposible hacerlo y al equipo no se le vio nada suelto. Al contrario, siguió jugando con miedo un partido en el que la sensación era la de que el primero que cometiera un error lo iba a pagar caro.

Como no podía ser de otra forma el primer en meter la pata fue el Tenerife a través de un sospechoso habitual, Sergio González. El jugador andaluz trató de llevarse un balón dentro del área de una forma temeraria y lo que hizo fue dejar el cuero a pies de Javi Llabrés, frente a frente con Badía. La ocasión no la desperdició un insolente Llabrés que fue a celebrar el tanto, tras la revisión del var, delante de los suplentes blanquiazules y de un sector de la grada de gol.

El Tenerife ya se había dado el habitual tiro en uno de sus pies. Ahora tocaba arreglarlo y Cervera tiró de su rotación para intentarlo. Con el Eldense encantado de la vida con el regalo los blanquiazules tuvieron una pena máxima por claras manos que fue anulada por el var por fuera de juego previo antes de que Sergio González tratar de enmendar su fatídico error.

Fue otro mazazo para los locales que a través de Luimi Cruz generaron algo más de ruido pero que no dispararon entre los tres palos hasta el minuto 88. Antes León había cabeceado fuera la opción más clara de los de Cervera que terminaron el partido hundidos en la más triste de las miserias.

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