Equipos del Instituto de Salud Carlos III y de la Estación Biológica de Doñana han identificado el virus Sindbis (VSIN) en mosquitos del suroeste de España. Este hallazgo contribuye al conocimiento del virus zoonótico en el sur de Europa.
Jordi Figuerola, investigador de la Estación Biológica de Doñana y líder del Grupo de Ecología y Evolución de Zoonosis en el CIBER de Epidemiología y Salud Pública, indicó que es la primera detección en la Península Ibérica. Señaló que el virus ya se conocía en regiones como Escandinavia y Argelia, donde causó un brote anteriormente.
El virus Sindbis pertenece al género Alphavirus y se transmite principalmente por mosquitos del género Culex, presentes en España. Circula principalmente entre aves, pero puede infectar a humanos cuando un mosquito portador pica a una persona. Generalmente, la infección en humanos es asintomática, aunque en algunos casos puede causar fiebre, irritaciones en la piel, dolor en las articulaciones y de cabeza. Se han registrado brotes de fiebre relacionados con el virus en Sudáfrica y el norte de Europa.
Se analizaron 31.920 mosquitos, agrupados en 1.149 lotes, capturados en 2022 en Andalucía. El virus se detectó en 137 lotes y en cinco especies diferentes de mosquitos, destacando Culex perexiguus como la especie con mayor tasa de infección. El virus se identificó en localidades de las provincias de Málaga, Sevilla, Huelva y Cádiz.
El análisis de las cepas del virus en España mostró que todas pertenecen al genotipo I, identificado previamente en Europa y África. Las cepas españolas presentan baja variación genética y están relacionadas con cepas de Argelia y Kenia, lo que sugiere una introducción reciente del virus en España a través de aves migratorias desde África.
Aunque hasta el momento no se han registrado casos de infección por el virus Sindbis en humanos en España, los investigadores destacan la necesidad de realizar más estudios para evaluar la relevancia del virus para la salud pública en el país. Ana Vázquez y Rafael Gutiérrez, del Centro Nacional de Microbiología, indican que este descubrimiento permitirá investigar posibles infecciones en humanos y mejorar el diagnóstico diferencial con otras arbovirosis.