cd tenerife

El CD Tenerife ya huele a descenso

El nuevo técnico Álvaro Cervera no es capaz de detener la caída del equipo blanquiazul, que se desmorona en la segunda mitad ante un Levante muy superior

Nada detiene la caída libre del CD Tenerife, Ni el cambio de mando en el club, ni el relevo en el banquillo con la llegada de Álvaro Cervera y tampoco la llegada de un 2025 que comenzó de la forma más triste. El conjunto blanquiazul perdió el partido que tenía aplazado con el Levante y lo hizo de forma contundente y perdiendo por expulsión a Luismi Cruz y por lesión, a Teto.

El Tenerife sobrevivió a una primera parte difícil frente a un Levante que pareció de una categoría superior que los blanquiazules, que apenas pudieron inquietar la portería defendida por Andrés Fernández.

El primer once liguero de Álvaro Cervera tuvo pocas sorpresas. El técnico blanquiazul echó mano de sota, caballo y rey y sólo la presencia de Rubén Alves en el lateral izquierdo resultó novedosa. De resto, repitió con Bodiger en el eje del centro del campo e incluyó a Ángel arriba para acompañar a Enric Gallego, en una línea que no causó demasiados problemas al rival.

Repliegue, trabajo, actitud y oficio mostró el cuadro tinerfeño al comienzo de una contienda en el que su contrincante amenazaba con un remate alto de Pablo, al que respondió Luismi Cruz con un centro chut que se marchó por encima del larguero en el minuto ocho.
Era lo único destacable de un partido donde el Tenerife quería desactivar el centro del campo granota para que no le llegaran balones a su tridente y los de Julián Calero hacían lo mismo, dejando sin protagonismo a Diarra, absolutamente desaparecido. Casi 20 minutos tardó el centrocampista blanquiazul en entrar en contacto con el esférico.

Al Tenerife le interesaba que el partido no tuviera demasiado ritmo y se convirtiera en un ida y vuelta y, en cuanto aceleró un poco sus acciones, se encontró con réplicas peligrosas del Levante. Waldo tuvo la mejor opción local en el minuto 29 con un disparo que repelió Andrés y Morales vio cómo se le anulaba un tanto en el 34 por un fuera de juego de esos de los modernos.

Esa jugada, pese a acabar favoreciendo a los blanquiazules, dejó temblando a una defensa que lo pasó realmente mal hasta que llegó el descanso, teniendo que intervenir Badía en un mano a mano con Brugué. Lo mejor que le pudo pasar al Tenerife fue la llegada del entretiempo.

Cantero y Teto entraron al campo por Ángel y Waldo tras el paso por los vestuarios y el cuadro blanquiazul comenzó algo mejor en la segunda mitad hasta que un desajuste defensivo dejó solo a Romero, que controló y se orientó hacia la meta de Badía y cedió el balón para el remate a gol, esta vez legal, de Morales, que se lesionó en la jugada (minuto 49).

Por si había sido poco castigo, 6 minutos más tarde, en una jugada en el centro del campo Luismi Cruz vio una tarjeta roja muy merecida por una patada sobre Romero. La expulsión cortó una pequeña reacción blanquiazul y rompió todos los planes de un equipo que, con uno menos, tuvo poco que hacer.

El Levante hizo el segundo gol en un lanzamiento de esquina que se metió en su portería Edgar Badía (minuto 71) y remató la faena en el 83 con un gol de bella factura de Andrés García, en una jugada en la que se aprovechó de la lesión de Teto, que dejó al Tenerife con nueve jugadores sobre el campo en los últimos compases de otro triste partido en el Heliodoro.

La historia se había terminado. El Levante no quiso hacer más daño y el Tenerife no pudo generar nada más que el desaliento entre unos aficionados que hicieron sonar los silbidos mientras muchos abandonaban el recinto deportivo capitalino antes de que sonara el pitido final.

Los blanquiazules perdieron los puntos y a dos valiosos integrantes para el siguiente compromiso, y la hinchada empezó a perder definitivamente la paciencia con un equipo que no termina de tocar fondo.

TE PUEDE INTERESAR