“Lo que no voy a permitir como presidente del Cabildo de La Gomera es que transcurran veinte años más hablando de mensajes publicitarios, quiero hechos”, advirtió el pasado viernes Casimiro Curbelo. En menos de 24 horas, su colega al frente de la Corporación insular tinerfeña, Rosa Dávila, le respondía: “Yo soy la presidenta de Tenerife, ya se lo tuve que decir una vez, él gobierna en la isla de La Gomera pero Tenerife tiene una presidenta”. Semejante ‘choque de trenes’ político tiene como razón de ser un puerto propuesto desde al menos 1995 para ser construído en Fonsalía (Guía de Isora), y la clave radica en el cambio radical de la postura de Coalición Canaria. partido que durante lustros estuvo a favor de dicha infraestructura pero que hace unos años cambió de bando y ahora se opone al mismo para enfado de Curbelo y desazón de la patronal provincial. Por si fuera poco, la decisión de un firme defensor del proyecto como es Pedro Martín de no presentarse a la reelección como actual secretario general del PSOE en Tenerife (al fin y al cabo, el partido más votado en la Isla) deja en veremos tal respaldo socialista porque no todos en su partido opinan igual. Lo cierto es que el envite de Curbelo, consistente en convocar una manifestación ante las puertas del Cabildo de Tenerife si antes del próximo mes de agosto “no hay una resolución clara a los problemas de conectividad en las Islas Verdes [como se conoce a La Palma, La Gomera y El Hierro]” ha sido aceptado por Dávila, quien replicó que “se va a tener que manifestar”.
Para qué
No pocos son los tinerfeños a los que le sorprende que se proponga un nuevo puerto en el Sur cuando el de Granadilla sigue sin contar siquiera con medios que le permitan una operatividad plena como son los remolcadores necesarios pese a que en el mismo se han invertido unos 200 millones de euros. Eso sí, entre ninguno de esos tinerfeños encontrarán a los sufridos usuarios del puerto de Los Cristianos (Arona), por cuanto ni la propia infraestructura ni desde luego la planificación urbanística de dicha localidad es la adecuada para satisfacer semejante tráfico de personas y mercancias desde el siglo pasado. Ni qué decir que los gomeros están entre los principales perjudicados por el atasco perpetuo de Los Cristianos, dada que es la puerta principal de su acceso a Tenerife por cualquier vía.
Es, precisamente, el naufragio de Los Cristianos lo que provocó hace ya casi 30 años que llegase la propuesta de buscar una alternativa en Fonsalía justo el mismo año en que un joven político socialista fue elegido alcalde de Guía de Isora, como no es otro que el ya citado Pedro Martín.
A favor del mismo siempre se postuló Curbelo, a su vez secretario general de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), partido que cuenta con un formidable apoyo electoral en la Isla Colombina, pero también la patronal. Sin ir más lejos, el presidente de la CEOE provincial, Pedro Afonso, defendía el proyecto como irrenunciable en noviembre de 2023, mientras que Roberto Ucelay (CEST) ha recordado que desde ese año de 1995 construir un puerto en Fonsalía era una “obra estratégica en el Plan de Infraestructuras de Tenerife en 1995”.
Hasta Fernando Clavijo, secretario general de Coalición Canaria y hoy de nuevo presidente de Canarias, sostenía en 2019 que ese puerto era “vital y estratégico” para el desarrollo de las islas de La Gomera, El Hierro y La Palma cuando respondía una pregunta al respecto del propio Cuberlo en la Cámara regional.
Por qué no
Para poner en contexto aquella intervención parlamentaria de Clavijo hay que tener en cuenta que, por entonces, el proyecto de un puerto en Fonsalía ya había encallado por la oposición al mismo manifestada desde el Ministerio de Transición Ecológica en un informe demoledor donde, en resumidas cuentas, se vino a señalar que el mismo incumpliría la legislación europea porque no se justifica su declaración de “interés general” al existir alternativas viables de menor coste ambiental y económico, “reorganizando el tráfico marítimo y terrestre del puerto de Los Cristianos”.
Como han denunciando desde siempre otros partidos políticos como Nueva Canarias, Podemos, Sí se puede o Drago, al alimón con numerosas organizaciones ecologistas, el impacto de la infraestructura en cuestión afectaría directamente a toda la zona marítima desde Teno (norte) a Rasca (sur), y que está considerada por la directiva Hábitats de la Unión Europea como Zona de Especial Conservación (ZEC) porque acoge especies en estado “crítico”, como el delfín mular o la tortuga boba. Por si fuera poco, esta parte del Atlántico Norte acoge una de las mayores colonias residente conocidas en el mundo de calderón de aleta corta, un singular cetáceo al que ya hubo que proteger desde hace décadas de las continuas visitas marítimas para turistas,
Pero si Clavijo aseguraba en 2019 a Curbelo que el Gobierno de Canarias “desmontará punto por punto” el informe del Ministerio de Transición Ecológica negativo al puerto de Fonsalía, dos años después CC se sumaba en el Parlamento de Canarias a los entonces partidos de gobierno como eran NC y Podemos en una proposición no de ley contra dicho proyecto en una singular votación donde el PSOE se abstuvo.
En cuanto a por qué CC ha cambiado de bando, esta misma semana lo explicaba así Rosa Dávila: Ahora hay “más información y estudios” que hace 25 años, cuando se planificó el puerto de Fonsalía, de ahí el rechazo claro de su partido a lo que entienden como “atentando ambiental”.
El proyecto
Sobre qué se planificó para construir en Fonsalía, la idea es una plataforma de tipo puerto-isla con cinco líneas de atraque para grandes buques, una dársena pesquera, 200 plazas de dique seco y 467 plazas de pantalán en la zona deportiva, dentro de un polígono costero de algo más de 222.000 metros cuadrados. Conllevaría, tal y como estaba proyectado, una inversión pública inicial de 200 millones de euros y cuya tramitación, hay que insistir, comenzó hace ya casi 30 años.
Tampoco son baladíes los datos aludidos a este respecto por Pedro Suárez, presidente de la Autoridad Portuaria tinerfeña, allá por octubre de 2023. Desde la perspectiva portuaria, Suárez defendió que con el puerto de Fonsalía “dejaríamos a Los Cristianos como puerto canario con una gran marina de yates y megayates, donde la ciudad podría verse beneficiada”. Desde la perspectiva política, aportó otra información de cierta relevancia y es que, según dijo, tal y como ahora está, y en esto asegura que coincide con la alcaldesa de Arona, Fátima Lemes (PP), Los Cristianos “no tiene ningún beneficio” de su puerto, ya que soporta un tráfico que no se detiene en ese núcleo. Todo ello sin ni siquiera hacer mención, seguramente por lo obvio, de la ruina que supone para un vecino de dicha localidad aronera el constante colpaso de la circulación rodadad que se genera a cuenta de los movimientos de dicho puerto.
El futuro
El futuro está por ver, Hay razones de sobra para rechazar el puerto de Fonsalía como también las hay para reclamar una solución al tapón que suponen las carencias del puerto de Los Cristianos a la conectividad de las Islas Verdes. De momento no hay puerto pero sí ‘trenes’ chocando.