Las cifras finales avalan el éxito de la 23ª edición de Madrid Fusión Alimentos de España, que cierra con la respuesta de congresistas (1.874), visitantes (26.104) y empresas expositoras (232) más importante de su historia. Pero la edición que rendía tributo a los cocineros crecidos en las corrientes abiertas con la revolución culinaria alumbrada hace al menos treinta años en España ha destacado sobre todo por la calidad de los contenidos en sus seis escenarios, abarrotados en la mayoría de las ponencias.
Una gran respuesta de asistencia en la edición más grande, más internacional -con la presencia de visitantes de 63 países- y con la mayor presencia de cocineros de sus 23 ediciones. Se han celebrado cerca de 200 ponencias y mesas redondas en los escenarios oficiales que han funcionado durante tres días simultáneamente. Además, la cumbre gastronómica ha consolidado el salto hacia adelante en la internacionalización iniciada el año pasado en los formatos.
La apuesta por el futuro de la alimentación en el espacio Dreams ha seguido catapultando la dimensión formativa del congreso más influyente del mundo, que ha visto también como sus escenarios del mundo dulce y del vino han resultado un éxito.
Esta edición de Madrid Fusión, que llevaba el nombre de ‘Revolucionarios’, no solo ha reconocido a una generación que revolucionó y sigue revolucionando la cocina, sino que ha sido escaparate para las nuevas revoluciones en marcha. Por una parte, la inteligencia artificial como herramienta para diseñar alimentos, cartas y menús, optimizar sistemas productivos o gestionar un restaurante entre otras cosas, y por otra, la gran revolución del desperdicio cero (zero waste), que ha centrado las ponencias de buena parte de los protagonistas de este congreso.
La última jornada de Madrid Fusión Dreams #spainfoodtechnation ha profundizado en el impacto de la ciencia y la tecnología en el futuro de la gastronomía y la salud, con un “foodtech nacido de la IA generativa, bajo los parámetros saludable, sostenible, segura, suficiente, satisfactoria, solidaria y con soberanía alimentaria, según el profesor de la Universidad Complutense de Madrid Rafael Urrialde. La biogenética también jugará un papel fundamental en el futuro en la mejora de cultivos y los alimentos funcionales.