Una movilización pacífica, cordial, que ha unido más todavía a los caravanistas y de la que han salido reforzados. Así lo aseguró ayer el presidente de la Asociación de Autocaravanas y Campers Homologadas de Canarias (ACAT), Juan Martín Beltrán, convocante de la marcha que reunió a cerca de 350 vehículos con el objetivo de reinvindicar los derechos de este colectivo y pedir que se los deje de perseguir “y de tratar como a delincuentes”.
Antes de la hora convocada, se organizó una charla con todos los socios para dar las respectivas indicaciones de seguridad en la circulación. Tal y como estaba previsto, salieron a las 10.00 horas desde la estación de servicio El Gomero, en Oroteanda Baja, Las Chafiras, continuaron por la TF-1 hasta Santa Cruz, luego siguieron por la TF-5, y se incorporaron a la TF-2 para regresar al Sur de Tenerife. No se detuvieron en ningún punto del recorrido para no entorpecer el tráfico de la vía. En San Isidro, Las Eras, Candelaria e incluso hacia El Palmétum, en la capital, se fueron incorporando más vehículos que siguieron las indicaciones de la Guardia Civil y de la Policía Local de San Miguel y de Santa Cruz en todos los cruces y accesos.
Beltrán subrayó que la movilización “fue un éxito de participación”, igual que en Gran Canaria donde también se convocó una paralela, y “marcará un antes y un después para el autocaravanismo, para que nos miren con otros ojos y se den cuenta que nosotros también tenemos nuestros derechos”.
En concreto, pedían que se eliminen las señales consideradas “discriminatorias e ilegales”; la habilitación de estacionamientos adecuados, y no de cinco metros, “cuando la autocaravana más chica mide seis”; o la establecida para los gálibos, “a 2 metros o 2,20 metros sabiendo que la media de altura de las autocaravas son 3,10 metros”, precisó Beltrán.
A ello se suma la creación de una red de puntos limpios y la modificación de la Ley del Suelo para facilitar la instalación de áreas destinadas al camping en suelo rústico dado que esta actividad ha experimentado un gran crecimiento en Canarias y las infraestructuras actuales resultan insuficientes.
El presidente de ACAT sostuvo que “todas las administraciones tienen responsabilidad” en este asunto, desde los ayuntamientos hasta el Gobierno de Canarias, “aunque mayormente los primeros porque tienen delegadas las competencias de las vías municipales. Se aferran a las ordenanzas y en este marco lo único que tienen que delimitar es el tiempo de estancia en el que un vehículo ocupa la vía pública estacionado. Pero no solo las autocaravanas, sino todos”, remarcó.
“A los caravanistas nos persiguen como si fuéramos delicuentes y nosotros abogamos, como dice el refrán, ‘que quien la hace, la pague’. Si está acampando en la vía pública, tirando basura donde no debe, o realizando algún acto incívico, que lo sancionen. Pero no pueden hacerlo con una autocaravana que está bien estacionada y pernoctando. Tienen que leerse la ley y cumplirla”, insistió.
En vista a los buenos resultados de la movilización de ayer, los conductores de autocaravanas no descartan volver a concentrarse, aunque esperan la respuesta de las diferentes administraciones. “Siempre hemos sido dialogantes, pero ya está bien que lleguen, te den un golpe en la espalda y no solucionen nada”, declaró Beltrán.
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