No hay estudio científico ni encuesta oficial que pueda zanjarlo, pero eso no ha impedido que durante años los canarios —con su particular mezcla de raíces, acentos y encantos— se pregunten cuál de las ocho islas presume de tener a los habitantes más atractivos del Archipiélago.
En cualquier conversación de bar, guachinche o en los comentarios de redes sociales, basta con que alguien saque el tema para que se encienda la chispa: ¿los más guapos son los de Tenerife o los de Gran Canaria? ¿Y qué hay de La Palma o Fuerteventura? ¿Nadie va a decir nada de El Hierro o Lanzarote?
Según el debate viral en foros y TikTok, Gran Canaria se lleva el título en cuanto a variedad: “Aquí hay de todo y con mucho estilo”, dicen algunos usuarios. Por su parte, en Tenerife no se quedan atrás: “Nos sobran las razones… y las pestañas”, responde con humor una influencer tinerfeña. La rivalidad sana entre ambas islas capitalinas mantiene el pulso de esta conversación desde hace años.
Pero más allá de las islas grandes, hay quienes aseguran que La Gomera y El Hierro esconden auténticos tesoros: “Aquí hay belleza natural y humana, sin filtros”, comenta un usuario desde Vallehermoso. Y no faltan quienes defienden que Lanzarote aporta un “toque volcánico” y que en Fuerteventura el sol y el viento han moldeado cuerpos que parecen sacados de un catálogo de surf.
Y si de carácter seductor se trata, La Palma suma puntos con su acento dulce, mientras que La Graciosa enamora con su sencillez y autenticidad.
Eso sí, si algo une a todos los canarios, más allá del debate insular, es el carisma. Porque en estas islas, el atractivo no solo se mide en rasgos físicos, sino en esa forma de mirar, de hablar y de reír que, al parecer, también es patrimonio natural.