Hartos estamos de oír con frecuencia que hay restaurantes que cumplen con el kilómetro 0, que adaptan las recetas tradicionales a otras de vanguardia, o que respeta el medioambiente, sin cumplir ninguno de estos requisitos. Una excepción a esta regla es el restaurante El Secreto de Chimiche, en las medianías de Abona, en el Sur de la isla, donde se predica con el ejemplo. Hacía tiempo que no visitaba este local, ubicado en una antigua empaquetadora de tomates, pero un almuerzo reciente confirmó que aquí hay devoción y cariño por el género de la tierra.
El Secreto de Chimiche, que está asesorado por Juan Carlos Clemente, cuenta con un equipo excepcional y comprometido. Al frente de las cocinas está Diana Marcelino, una chef en constante aprendizaje y curtida en múltiples restaurantes, y en sala figura Roberto Castro, que ha trabajado en M.B en el Abama, o en El Patio, en el Jardín Tropical, y entre otros reconocimientos ha sido distinguido en los XXVII Premios de Gastronomía DIARIO DE AVISOS, que se entregaron en el año 2012.
La despensa de El Secreto de Chimiche está centrada en los productos locales, muchos de ellos cultivados en los terrenos áridos del Sur de Tenerife que le aportan esos sabores y aromas de toda la vida, y en las capturas de los pescadores del litoral canario y también el ganado criados en las islas. Hay también carnes premium maduradas procedentes de fuera del archipiélago.
En una reciente visita empecé con unas cebollas a la brasa, con pan de centeno, queso El Minero, y un majado de hierbas (12 euros), que estaba muy rico. Le sigue una vieja curada en sal, aguacate asado, cilantro y lima (16 euros), muy refrescante y que difiere de las maneras tradicionales de presentar este pescado.
El siguiente pase fue una cazuela de pescado, en este caso era cherne, servido con su escaldón, cebolla roja y papas de color (22 euros), un plato que ha ido desapareciendo de los restaurantes tradicionales y que evoca la cocina familiar. Esta, además, estaba para repetir o volver a degustarla.
Ese día había fuera de carta unos canelones de cordero peliguey con salsa de pimientos (26 euros) que estaba muy sabroso y que justifica sobradamente la visita a este restaurante, ubicado en la carretera general del sur, 4, en Chimiche (Granadilla de Abona).
De postre Mil hojas de hojaldre con cremoso de almendras (8 euros) sobresaliente disfrute para los más golosos,
El restaurante cuenta con varios ambientes para aquellos que quieran disfrutar de más privacidad y confort con amplios ventanales para disfrutar del paisaje.