Un vecino de La Palma, de 70 años, ha aceptado devolver 137.000 euros de los que se apropió debido a la demencia en estado avanzado que padecía su padre y que, como persona autorizada a gestionar el patrimonio paterno, transfirió periódicamente a sus cuentas bancarias.
El acusado reconoció ser responsable del delito continuado de apropiación indebida, por lo que se le impone una pena de un año y nueve meses de cárcel y una multa de 900 euros, acordándose suspender la entrada en prisión siempre y cuando no delinca durante cuatro años.
El padre no fue diagnosticado de este deterioro cognitivo grave hasta 2020, aunque lo sufría desde hacía años y le impedía recordar datos relevantes como su dirección y teléfono, causaba juicio insuficiente, confusión de familiares y amigos, desorientación, pérdida de memoria y cambios de humor.
El acusado, de 70 años, era el encargado y figuraba como autorizado para gestionar las cuentas bancarias y el patrimonio de su padre mientras estuvo enfermo, y ahora acepta devolver el dinero a los legítimos herederos, que presentaron la denuncia correspondiente.
Como hechos probados, se apunta que con la intención de obtener un ilícito enriquecimiento y aprovechando la fragilidad del anciano hizo durante 2019 doce retiradas de efectivo por un total de 36.000 euros que oscilaban entre los 1.000 y 5.000 euros.
En 2020, cuando murió su padre, realizó un número similar de operaciones hasta llegar a 31.000 euros y un día antes del fallecimiento hizo dos transferencias de 35.000 euros cada una a su propia cuenta.