El Servicio de Emergencias 112 en Canarias activó un protocolo de actuación este jueves tras recibir a las 9:10 de la mañana un aviso que informaba sobre la presencia de un tiburón de aproximadamente un metro de longitud en las piscinas naturales de El Altillo, ubicadas en el municipio de Moya, en el norte de Gran Canaria. El ejemplar, una cría de cazón, especie común en las aguas de Canarias, generó una inmediata respuesta de la Policía Local que procedió a acordonar la zona como medida preventiva y cerró temporalmente el acceso al baño.
El animal, que habría ingresado durante la pleamar de la noche anterior, quedó atrapado en la piscina natural cuando el nivel del agua descendió. Los técnicos explicaron que el cazón es un tiburón habitual en los fondos marinos y tiburones de Canarias, especialmente en zonas costeras de baja profundidad. Su presencia, aunque poco frecuente en espacios naturales cerrados como piscinas de marea, no representa un peligro real para las personas, ya que se trata de una especie inofensiva que suele evitar el contacto humano.
La situación, sin embargo, despertó la atención de los vecinos y visitantes, y reabrió el debate sobre la convivencia entre humanos y fauna marina en Canarias, donde la biodiversidad del Atlántico ofrece encuentros ocasionales con especies que, por fenómenos naturales como cambios de corriente o mareas vivas, pueden terminar en lugares inusuales. En este caso, la respuesta inmediata de las autoridades evitó incidentes y permitió una gestión tranquila del avistamiento, que fue manejado con normalidad dentro de los protocolos establecidos para este tipo de situaciones en Canarias.
El tiburón avistado era un pequeño cazón típico en las costas de Canarias
Desde el Ayuntamiento de Moya y el Cabildo de Gran Canaria se reiteró que este tipo de sucesos forman parte del ecosistema marino de Canarias y que no hay motivo de alarma, ya que las medidas de protección y vigilancia en las zonas de baño del archipiélago están activas permanentemente. En este sentido, se recordó a la población de Canarias y a los turistas que es importante informar a las autoridades ante cualquier avistamiento anómalo en el mar o la costa.
El cazón, considerado parte del patrimonio natural marino de Canarias, es un pequeño tiburón que puede alcanzar hasta un metro y medio de longitud en edad adulta, aunque los ejemplares avistados en zonas de baño suelen ser juveniles. Su dieta consiste en peces pequeños y crustáceos, y su comportamiento no agresivo lo hace común en las aguas próximas a las islas de Canarias, donde convive con otras especies de tiburones igualmente pacíficas.
El hecho de que el animal haya quedado atrapado en la piscina natural tras la marea baja ha permitido a los equipos municipales observar de cerca su comportamiento, mientras se espera que pueda salir por sus propios medios con la próxima subida del nivel del mar, prevista para la tarde. Este tipo de episodios sirven además como recordatorio de la riqueza del entorno marino que rodea a Canarias, y de la necesidad de seguir trabajando en la conservación de su biodiversidad sin alarmismo, pero con responsabilidad colectiva.
Las piscinas naturales como las de El Altillo son parte del atractivo turístico y ecológico de Canarias, y su gestión adecuada es clave para garantizar la seguridad de los bañistas y el respeto a la fauna que habita el litoral. Este evento puntual refuerza la necesidad de mantener activos los canales de información ciudadana y continuar con políticas de sensibilización ambiental en todos los municipios costeros de Canarias.