Un fascinante descubrimiento se hizo famosa en las redes sociales después de que científicos captaran una extraña medusa en el fondo del Océano Pacífico. El hallazgo fue registrado durante una exploración a casi 790 metros de profundidad realizada por el Ocean Exploration Trust.
La medusa en cuestión pertenece a la especie «Deepstaria» y es conocida por su capacidad de expandirse y cambiar de forma. Los investigadores tuvieron la suerte de presenciar múltiples transformaciones de esta enigmática criatura mientras su unidad robótica submarina la observaba.
Lo que hizo aún más intrigante este avistamiento fue la presencia de un isópodo, que se asemeja a un cerebro, habitando dentro de la medusa. Parece ser que este crustáceo se alimenta y utiliza a la medusa como refugio mientras se oculta de sus depredadores.
Los isópodos marinos son crustáceos que se encuentran en los océanos y algunas especies actúan como parásitos de otros organismos, aprovechando a sus hospedadores para obtener alimento y completar su ciclo de vida. Estos parásitos pueden tener efectos negativos en la salud y comportamiento de los organismos que parasitan, incluso provocando la muerte.
El Ocean Exploration Trust, a bordo del explorador Nautilus, documenta sus expediciones por las profundidades del Monumento Nacional Marino de las Remotas Islas del Pacífico, una vasta área protegida de 1.27 millones de kilómetros cuadrados en el océano Pacífico central.
Estos emocionantes descubrimientos nos recuerdan la diversidad y el misterio que se esconde en los océanos, y nos invitan a seguir explorando y aprendiendo sobre las maravillas de nuestro planeta. La ciencia y la tecnología nos permiten adentrarnos en lo desconocido y maravillarnos con la vida que existe en las profundidades del océano.