Un equipo de científicos ha estado profundamente intrigado por una peculiar depresión que se extiende por más de un millón de millas cuadradas en el fondo del Océano Índico. Este enigma, conocido oficialmente como la baja del geoid del Océano Índico, ha desconcertado a los investigadores durante más de siete décadas. Sin embargo, un reciente avance podría finalmente desvelar los secretos detrás de su existencia, generando una nueva ola de interés y curiosidad en la comunidad científica.
El misterio comenzó a mediados del siglo XX cuando el geofísico Felix Andries Vening Meinesz emprendió una extensa expedición para realizar un estudio de la gravedad a nivel mundial. Durante su viaje, Vening Meinesz descubrió una anomalía inusual en el Océano Índico: una extraña depresión circular en el suelo oceánico que abarcaba una distancia de aproximadamente 1.2 millones de millas cuadradas. Este fenómeno, denominado baja del geoid del Océano Índico, ha dejado perplejos a los científicos desde su descubrimiento.
Científicos del Instituto Indio de Ciencia en Bengaluru creen haber encontrado pruebas que podrían explicar finalmente cómo se formó esta anomalía. Utilizando modelos informáticos, los científicos determinaron que plumas de roca modificada originadas en las profundidades de la Tierra pudieron haber formado la depresión hace eones. Estos hallazgos fueron publicados en la revista Geophysical Research Letters.
Según un extracto del estudio, se han propuesto varias hipótesis en el pasado para explicar la existencia de esta anomalía. Sin embargo, los autores del estudio creen haber encontrado evidencias que respaldan su teoría. «Existen varias hipótesis competidoras, entre las cuales, un estudio reciente que emplea modelos de tomografía sugiere que las anomalías calientes a profundidades medias y superiores del manto son cruciales para generar esta elusiva característica», escribieron los científicos.
Los científicos siguen estudiando con investigadores este agujero de gravedad
Las plumas de magma son columnas de roca fundida caliente almacenadas en el manto terrestre. De acuerdo con los científicos, esta pluma ascendió al manto superior y desempeñó un papel significativo en la formación de la depresión en el Océano Índico. «Mostramos que el flujo inducido por la caída de las placas del Tethys perturba la provincia de Baja Velocidad de Cizalla de África y da lugar a plumas que alcanzan el manto superior», explicaron los científicos.
Los investigadores continuaron explicando que «estas plumas, junto con la estructura del manto en las proximidades de la baja del geoid, son responsables de la formación de esta anomalía negativa del geoid». Además, añadieron: «Explorando un amplio espacio de parámetros del modelo, como la densidad y viscosidad intrínseca de las pilas termocómicas, la pendiente de Clapeyron y el salto de densidad a 660 km de profundidad, la fuerza de las placas, mostramos que las plumas son integrales en la generación de la baja del geoid del Océano Índico».
En el punto más profundo de la baja del geoid, donde el nivel del mar es tan profundo como 328 pies, los científicos revelaron que existe un agujero de gravedad donde la atracción gravitatoria de nuestro planeta es significativamente más débil y la masa es menor de lo esperado. Los científicos sugieren que el hecho de que la Tierra no sea una esfera perfecta pudo haber contribuido a este descubrimiento inusual.
Este nuevo conocimiento ha arrojado luz sobre un misterio que ha intrigado a los científicos durante décadas. La baja del geoid del Océano Índico no solo desafía nuestra comprensión de la geofísica, sino que también nos obliga a reconsiderar cómo interpretamos los datos gravitacionales en las regiones oceánicas. La investigación no solo ha revelado la complejidad de los procesos subterráneos, sino que también ha demostrado cómo las características del manto terrestre pueden influir en la topografía de la superficie del planeta.
Los científicos continúan explorando este fenómeno con la esperanza de obtener una comprensión más profunda de los mecanismos que gobiernan la dinámica interna de la Tierra. Este hallazgo ha abierto nuevas puertas para futuras investigaciones y ha subrayado la importancia de la tecnología moderna en el avance de nuestro conocimiento científico. A medida que se desarrollen más estudios y se utilicen técnicas avanzadas de modelado, es probable que se descubran aún más detalles sobre la formación y evolución de la baja del geoid del Océano Índico.
El descubrimiento de esta anomalía gravitatoria en el Océano Índico es un testimonio del poder de la ciencia y la persistencia de los científicos en su búsqueda de respuestas a los misterios del mundo natural. Este hallazgo no solo resuelve un antiguo enigma, sino que también abre nuevas avenidas para la exploración y el entendimiento de los complejos procesos que dan forma a nuestro planeta. La baja del geoid del Océano Índico, con su vasta extensión y características únicas, seguirá siendo un foco de estudio e interés científico en los años venideros.