La noticia está dando la vuelta al país, la Audiencia Provincial de Asturias ha condenado a prisión permanente revisable a la mujer acusada de asesinar de 53 puñaladas a su bebé recién nacido en Gijón en 2019, así como al pago de una indemnización de 105.00 euros a su expareja y padre del pequeño por el daño sufrido.
Esta sentencia condenatoria por un delito de asesinato con la agravante de parentesco es la primera prisión permanente revisable que se impone en Asturias en toda su historia.
Hay que destacar que la prisión permanente revisable es desde 2015 la máxima pena de cárcel en España para asesinatos especialmente graves y conlleva el cumplimiento íntegro de entre 25 y 35 años de cárcel, dependiendo del tipo del delito y si es por uno o varios, tras lo cual se revisará, pero si no se cumplen determinados requisitos para la libertad, el condenado seguirá en prisión.
La mujer que ahora tiene 30 años, es culpable de haber matado, consciente, intencionada y voluntariamente, el 1 de agosto de 2019, al bebé que ese mismo día alumbró con vida, y cuyo embarazo había ocultado tanto a su entonces pareja como al resto de familiares y allegados.
La joven acabó con la vida del recién nacido al asestarle 53 puñaladas con un cuchillo de cocina antes de que su pareja regresase a casa del trabajo y se diera cuenta del suceso.
Después cogió al bebé unido aún por su cordón umbilical a la placenta en una mochila, para bajar a la calle y tirarlo en el interior de un contenedor de basura.