Cuando nos encontramos frente a un proceso penal, la elección de un buen abogado penalista puede marcar la diferencia en el resultado. Por ello, a la hora de escoger nuestro abogado penalista habrá varios aspectos a tener en cuenta, como:
Nos tiene que generar confianza, pues debemos poder hablar con sinceridad sobre el delito del que se nos ha acusado. Además de la confianza, es necesario que disponga de un tiempo y dedicación para el caso.
La cercanía del abogado penalista es fundamental para el diseño de estrategias, preparación de interrogatorios, etc. Si somos detenidos la rápida presencia de nuestro abogado es clave para un asesoramiento inmediato.
Nos ayudará también poder conocer otros casos en los que ha participado el abogado penalista y valorar si ha tenido éxito en casos similares al nuestro.
Con todo esto, si buscas un buen abogado penalista en Madrid, nuestra recomendación es Luis Chabaneix, fundador del bufete Chabaneix Abogados Penalistas, y su equipo. Tienen
experiencia tanto en casos de Derecho penal clásico como en aquellos más específicos de Derecho penal económico. Algunos de sus casos de éxito son:
• Komi Koutché, antiguo ministro de economía y finanzas de la república de Benin. Chabaneix Abogados defendió al señor Koutché de la solicitud de extradición cursada
por las autoridades de la República de Benín por los delitos de malversación de caudales públicos, tráfico de influencias y blanqueo de capitales. Inicialmente Chabaneix Abogados consiguió la libertad provisional y tras la celebración de la vista en la Audiencia Nacional, consiguió la denegación de la extradición demostrando de forma completamente convincente todos los motivos en la vista de la Audiencia Nacional y quedando así recogido en la resolución judicial que denegó la extradición.
• Caso Vitaldent. Chabaneix Abogados ejerció la defensa de uno de los directivos del Grupo. El supuesto fraude de las clínicas dentales, consistía en que un grupo de personas, entre ellas el entonces propietario de Vitaldent, diseñaron «un complejo sistema defraudatorio hacia los franquiciadores, clientes y pacientes y la propia Hacienda», de manera que su cúpula recibía cada año 17,2 millones de euros en B, solamente de las 146 clínicas propias que tenía la cadena.
Los delitos son contra la Hacienda Pública agravado por razón de cuantía defraudada y la utilización de personas interpuestas; falsedad documental, delito continuado de blanqueo de capitales todo ello perpetrado en el seno de una organización delictiva. Actualmente, han logrado el sobreseimiento de la causa y el archivo del proceso para su cliente, pues tras la investigación no ha quedado acreditada su participación en los delitos mencionados y presuntamente cometidos por otros directivos de la firma.