Con los datos en la mano, Tenerife podría entrar la próxima semana en nivel 1 de alerta, lo que supondría relajar aún más las restricciones impuestas en la Isla desde hace más de tres meses. Sin embargo, a las puertas de un Carnaval atípico, que no se celebrará oficialmente, pero que muchos ciudadanos pretenden disfrutar en el ámbito privado, el riesgo de contagio preocupa a las autoridades.
Los indicadores epidemiológicos de Tenerife en las últimas jornadas invitan al optimismo. El informe de Sanidad publicado ayer, con registros consolidados del lunes 8, señala que de los ocho indicadores propuestos para dilucidar el nivel de alerta, tiene un nivel de riesgo medio en cuatro: las incidencias acumuladas a 7 días (31,05 casos por cada 100.000 habitantes) y a 14 (65,48 casos), así como los mismos plazos de incidencia para mayores de 65 años, con 26,24 casos a 7 días, y 55,17 a 14.
Por su parte, tres indicadores presentan un riesgo bajo, el porcentaje de trazabilidad (67,02%), el de ocupación de camas hospitalarias por COVID (3,68%) y el de ocupación UCI (8,28%).
Por último, en riesgo mínimo estaría el porcentaje de positivos, de infección activa, detectados en las PCR y test de antígenos realizados, con el 3,65%.