En Canarias, la aparición masiva de sargazo en la playa de Las Canteras ha encendido las alarmas entre bañistas, expertos ambientales y colectivos ecologistas en Canarias, al tratarse de un fenómeno inusual en las aguas del archipiélago y más propio de zonas como el Caribe. Este tipo de alga parda, concretamente del género Lobophora, ha invadido en los últimos días algunas de las zonas más frecuentadas de la capital grancanaria, especialmente áreas como Peña La Vieja y La Puntilla, donde la acumulación ha sido tal que ha llegado a impedir el baño.
Las redes sociales y plataformas ciudadanas han difundido imágenes del estado actual del litoral, generando una gran repercusión en Canarias.
Aunque el sargazo no representa un peligro directo para la salud, su acumulación masiva está provocando un notable impacto en la experiencia turística y el ecosistema marino local. En las islas, este fenómeno no es habitual, pero su aparición con cada vez más frecuencia en enclaves como Las Canteras preocupa a los investigadores. Según los expertos, la presencia de estas algas está relacionada con el calentamiento progresivo de las aguas que rodean Canarias, la modificación de los patrones de corrientes marinas y la alteración del régimen de vientos, todos factores asociados al cambio climático.
Esta alga podría dañar las playas de Canarias y perjudicar al turismo
El cambio en las condiciones oceanográficas no solo está afectando al equilibrio natural de las costas de Canarias, sino que también está repercutiendo en la vida diaria de quienes dependen de estas playas, ya sea para el ocio, el deporte o actividades económicas como el turismo. La acumulación excesiva de sargazo puede provocar mal olor, atracción de insectos y la disminución de oxígeno en el agua, lo que pone en riesgo la vida de otras especies marinas. En un archipiélago como Canarias, donde el turismo costero es un pilar esencial de la economía, estas alteraciones están siendo evaluadas con especial atención.

Desde Ecologistas en Acción, el portavoz Cristóbal López ha vinculado el problema no solo a causas naturales, sino también a las dinámicas socioeconómicas que afectan a las islas.
«En el mes de marzo el Ayuntamiento retiró más de 90.000 kilos de algas con el fin de reducir el impacto en la zona.»
Según López, la presión urbanística derivada del turismo está generando un modelo de “urbanismo depredador” en Canarias, en el que las grandes cadenas hoteleras y los proyectos masivos de construcción están deteriorando el entorno natural en favor del beneficio económico. Para el colectivo, este tipo de situaciones pone de manifiesto que está perdiendo su capacidad de resiliencia ecológica frente a fenómenos climáticos cada vez más agresivos.
Los efectos del cambio climático están siendo visibles en múltiples frentes: desde el aumento de las temperaturas del mar hasta la mayor frecuencia de eventos extremos como calimas, olas de calor y ahora también episodios de proliferación de algas. Investigadores de universidades canarias y centros oceanográficos están siguiendo de cerca estos cambios, advirtiendo que la llegada del sargazo podría convertirse en algo más que una anomalía puntual si no se actúa de forma coordinada.
Las playas urbanas como Las Canteras son auténticos emblemas para Canarias, tanto en términos ecológicos como sociales. La pérdida de calidad de sus aguas en Canarias, el deterioro de sus ecosistemas y los episodios de contaminación natural o antropogénica suponen un riesgo para la imagen del archipiélago como destino sostenible. A ello se suma la preocupación de que la llegada de sargazo no sea aislada, sino que se repita en otros puntos de Canarias, tal y como ya ha ocurrido en algunas playas de islas como Tenerife o Fuerteventura.