El universo de la digitalización de los negocios en España es, sin duda, uno de los retos más actuales a los que se enfrenta todo el ecosistema corporativo del país. Desde el posicionamiento en buscadores, hasta la presencia en redes sociales, el uso de la inteligencia artificial o los softwares especializados para distintos sectores, la digitalización de las empresas supone ya una verdadera prioridad para la amplia mayoría de negocios que operan en el territorio nacional.
En este sentido, uno de los cambios que más ha dado que hablar en los últimos años no ha sido únicamente una cuestión tecnológica, sino que ha supuesto también una transformación a nivel normativo. Y es que estamos hablando de que a partir de julio de este mismo año todas las empresas estarán obligadas a cambiar sus facturas en papel por un sistema de facturación digital. De hecho, para el próximo año 2026 todas las empresas deberán contar también con un sistema de verificación de factura electrónica, para cumplir con la nueva Ley Crea y Crece.
Tenemos claro que esta transformación digital corporativa está cambiando el funcionamiento interno de las empresas españolas y, por ese motivo, en este artículo intentaremos explorar todos los aspectos que van a provocar cambios en su modo de operar. Así, en este nuevo escenario también veremos cómo soluciones innovadoras de software especializado como CEGID, están ayudando a las compañías a adaptarse de manera ágil, eficiente y segura a esta nueva realidad.
¿Qué aporta la nueva ley Crea y Crece de facturación electrónica?
Los cambios que se han producido en la manera de operar de las empresas españolas vienen dados por la aprobación de la Ley 18/2022, conocida ya popularmente como la Ley Crea y Crece. Esta nueva normativa se ha desarrollado para impulsar el crecimiento digital, facilitar la creación de nuevas compañías y mejorar la transparencia financiera. Sin embargo, uno de sus brazos más visibles y que afecta directamente a la operabilidad corporativa es la implementación obligatoria de utilizar facturas electrónicas.
Esto afecta, además, a todas las operaciones comerciales que puedan llevar a cabo tanto los trabajadores autónomos como todo tipo de compañías y asociaciones, sin importar su tamaño o el sector al que se dediquen. Este cambio pretende eliminar barreras tecnológicas y administrativas, obligando a las empresas a adoptar plataformas que permitan emitir, recibir, almacenar y verificar facturas electrónicas con validez legal. De esta manera, además de ayudar a reducir la morosidad y a evitar errores contables, también se ofrece una mayor trazabilidad para la Agencia Tributaria.
Y es justo en este punto es donde herramientas como CEGID se convierten en aliados imprescindibles para las empresas que deben asumir esta transición. Así, su software está diseñado para que las compañías puedan automatizar todos sus procesos de facturación electrónica, integrando los datos con otros departamentos y garantizando la seguridad de la información.
Beneficios corporativos de la digitalización de las facturas
Como ya vimos, la ley crea y crece para autónomos y empresas está marcando un antes y un después en la forma en que las compañías deben estructurar su gestión documental. Y es que, más allá del cumplimiento legal, la facturación electrónica trae consigo numerosas ventajas operativas y financieras para las empresas. Uno de sus principales beneficios es el incremento de la transparencia fiscal, con un registro exacto de las transacciones que evita errores y proporciona directamente la información a la administración pública.
Además, al automatizar todos estos procesos de emisión y recepción de facturas, se simplifican enormemente las tareas administrativas, se reducen los errores humanos y se evitan duplicidades o pérdidas de información. Finalmente, el último de los beneficios más destacables de esta normativa es que resultará de mucha utilidad para que las empresas puedan reducir los impagos, pudiendo realizar un seguimiento en tiempo real de sus cuentas.
Consejos prácticos para una transición exitosa
Adaptarse a esta nueva forma de facturación digital no tiene por qué convertirse en un proceso complejo. Con la planificación adecuada, esta transición a la factura electrónica puede convertirse en toda una oportunidad para las empresas. Para esto, el primer consejo sería abordar la realidad de la compañía con la auditoría interna que permita conocer al dedillo las necesidades y exigencias que necesita cubrir el negocio.
A continuación, lo más importante sería elegir un proveedor de software de confianza como puede ser CEGID, una solución innovadora que ofrece herramientas a distintos perfiles empresariales, con soporte técnico y actualizaciones constantes según los cambios legales. Finalmente, el último paso sería ofrecer una formación específica al equipo contable, de manera que puedan conocer las herramientas y los procesos que cambian con este nuevo medio de facturación para no incurrir en errores.
Impactos positivos de la facturación electrónica
A pesar de que la nueva facturación electrónica ha supuesto un cambio para muchas empresas españolas, lo cierto es que también está teniendo efectos muy positivos en el ecosistema corporativo del país. Al permitir una trazabilidad total de las operaciones, este nuevo protocolo contribuye a la lucha contra la evasión fiscal, permitiendo detectar irregularidades con mayor precisión, controlar operaciones en tiempo real y garantizar que las empresas cumplen con sus obligaciones tributarias de manera sencilla.
Este es un beneficio que brinda un cambio positivo tanto para las empresas como para los consumidores e, incluso, para la propia Agencia Tributaria, ya que fomenta un entorno más justo, competitivo y transparente. Todo ello refuerza de manera integral la solidez del ecosistema corporativo español, dando a las compañías la oportunidad de ganar en eficiencia, reputación y confianza en el mercado.