El verano de 2025 según la AEMET, se presenta con condiciones térmicas superiores a lo habitual en el archipiélago. Así lo ha adelantado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que en su último informe estacional alerta de un verano cálido en Canarias, con temperaturas por encima de los valores medios y una baja probabilidad de precipitaciones durante los próximos meses. El anuncio confirma las tendencias observadas en los últimos años y refuerza el patrón de cambio climático que afecta especialmente a regiones insulares como el archipiélago canario.
Según la previsión, hay una probabilidad del 60 al 70 % de que este verano sea más cálido de lo normal, especialmente en las islas orientales —Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria— así como en las zonas de medianías y cumbres expuestas a la radiación solar directa y a la influencia de masas de aire cálido procedentes del norte de África.
Las temperaturas máximas podrían superar fácilmente los 32 °C en zonas como el sur de Tenerife, el interior de Gran Canaria o el litoral de Fuerteventura, con episodios prolongados de calor que podrían intensificarse en forma de olas térmicas, especialmente durante los meses de julio y agosto. La Aemet también advierte de la posible presencia frecuente de calima, que podría reducir la visibilidad y afectar la calidad del aire, sobre todo en islas con menor altitud y más cercanas al continente africano.
El verano cálido en Canarias podría agravar la sequía y aumentar el riesgo de incendios según la AEMET
A la previsión térmica se suma otra variable clave: la falta de lluvias. La Aemet estima que existe una alta probabilidad de que el trimestre estival sea más seco de lo habitual, con precipitaciones muy escasas o prácticamente nulas. Este escenario preocupa especialmente a las autoridades insulares, ya que podría agravar el actual déficit hídrico y elevar el riesgo de incendios forestales en zonas boscosas de La Palma, Tenerife o El Hierro según la AEMET.
El Gobierno de Canarias ya ha puesto en marcha planes de prevención y contingencia ante el riesgo de incendios, que incluyen refuerzos en los equipos de extinción, campañas de concienciación ciudadana y restricciones en actividades al aire libre durante los días de riesgo extremo. Además, se ha hecho un llamamiento a la población para que evite el uso de fuego en entornos rurales, así como el abandono de residuos que puedan actuar como focos de ignición.

Desde el ámbito turístico, el pronóstico de un verano cálido en Canarias es visto con una doble perspectiva. Por un lado, refuerza la imagen del archipiélago como destino de sol garantizado, lo que podría favorecer la llegada de visitantes europeos que buscan escapar de climas más inestables. Pero, por otro lado, obliga a adaptar infraestructuras, servicios y actividades a condiciones más exigentes, especialmente en lo relacionado con la gestión del agua, el suministro energético para refrigeración y la atención sanitaria ante posibles golpes de calor.
El sector agrícola también estará especialmente atento a la evolución climática, ya que cultivos sensibles como el plátano, la viña o el tomate podrían verse afectados por el estrés hídrico. Algunas cooperativas ya han comenzado a aplicar planes de riego de emergencia y buscar alternativas para minimizar las pérdidas ante un verano que se prevé largo, seco y caluroso.
El verano cálido en Canarias que pronostica la Aemet no es un fenómeno aislado, sino una prolongación de una tendencia climática que se ha hecho más evidente en la última década. El incremento de la temperatura media anual, la reducción de las lluvias y el aumento de eventos extremos sitúan al archipiélago en una posición vulnerable dentro del contexto del cambio climático global.
Por ello, tanto instituciones como ciudadanía están llamadas a actuar con responsabilidad. La información y la prevención serán claves en un verano que exigirá adaptación, resiliencia y planificación para convivir con un clima cada vez más extremo en estas islas afortunadas.