La preocupación crece entre la comunidad científica respecto a los alarmantes cambios en la temperatura del océano a lo largo de las costas de Inglaterra e Irlanda. Un fenómeno climático conocido como El Niño, que se traduce en un calentamiento prolongado de las aguas marinas, está teniendo efectos devastadores en la vida marina, con repercusiones que se asemejan al impacto de incendios forestales en la vegetación terrestre.
El Mar del Norte, en particular, ha registrado temperaturas que exceden en cinco grados las normales. Este dato, proporcionado por The Guardian, es particularmente inquietante si se tiene en cuenta que las temperaturas han ido en aumento durante décadas. De hecho, esta primavera, el mercurio alcanzó cifras sin precedentes desde registros que se remontan a la década de 1850. Esta tendencia no es exclusiva de esta región; las temperaturas de la superficie del mar en todo el mundo están rompiendo récords, con picos de hasta 70,2 grados Fahrenheit.
Daniela Schmidt, profesora de la Universidad de Bristol, expresó su preocupación a The Guardian: “Mientras que las olas de calor marinas son más comunes en mares más cálidos como el Mediterráneo, tales anomalías térmicas en esta parte del Atlántico norte son verdaderamente excepcionales».
Los océanos mortales
Es importante recordar que los océanos, al cubrir más del 70% de nuestro planeta, juegan un papel crucial en la absorción de la energía solar. Esta energía es redistribuida por el mar en todo el globo como parte de un equilibrio climático. Sin embargo, el cambio climático, exacerbado por la intervención humana, está desequilibrando este sistema. Estudios indican que los océanos están absorbiendo más del 90% del calor excedente. Esta situación crea la proliferación de bacterias mortales para los seres humanos como la ‘Vibrio vulnificus’ o batería carnívora.
El efecto de este sobrecalentamiento no se queda solo en cifras. Está teniendo consecuencias tangibles en la vida marina. Schmidt comentó a The Guardian: “Este aumento de temperatura estresa a los organismos marinos. En diferentes partes del mundo, hemos presenciado mortandades masivas de flora y fauna marina atribuidas a olas de calor oceánicas. Esto se traduce en pérdidas económicas en la industria pesquera, reducción de la capacidad de almacenamiento de carbono, impactos en valores culturales y la desaparición de hábitats”.
Especies esenciales como las algas marinas, que desempeñan un papel vital en el almacenamiento de carbono, junto con peces y ostras, están en riesgo.
Y, ¿qué podría empeorar esta situación? Una combinación de factores, como el cambio climático y El Niño. Durante los eventos de El Niño, los vientos alisios disminuyen, permitiendo que el agua caliente se desplace hacia la costa occidental de América, con efectos en mares de todo el mundo. A pesar de su significativa importancia, este proceso ocurre de manera oculta bajo las superficies oceánicas. Schmidt apuntó: «Aunque esto suceda en el océano, pasará desapercibido». Sin embargo, en la tierra, esto puede manifestarse en formas tales como sequías e inundaciones.
Ante esta situación, surgen preguntas sobre las acciones a tomar. Piers Forster, profesor de física climática en la Universidad de Leeds, subrayó la necesidad de abordar el calentamiento inducido por el hombre. Reducir la contaminación del aire emerge como una solución esencial. Los expertos están estudiando indicadores como el hielo marino de la Antártida para evaluar el alcance del problema.
Dan Smale, de la Marine Biological Association, advirtió en un informe de The Guardian: «Si el calentamiento oceánico continúa durante el verano, podríamos ser testigos de una mortandad masiva de algas marinas, pastos marinos, peces y ostras”.
Esta situación recalca la urgencia de abordar el cambio climático y sus efectos, no solo en tierra, sino en los vastos y vitales océanos de nuestro planeta.