El rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Rafael Robaina, se enfrenta este jueves a un proceso electoral para un segundo mandato con un programa que gira sobre un doble objetivo: «afianzar el presente y liderar el futuro» de la institución. Se trata de disponer de la alta velocidad adecuada para afianzar la captación de fondos europeos de I+D+i y hacer frente a otra pandemia: cerca de un 70% de desempleo juvenil.
Un estudio institucional, ha dicho, ha registrado que «la renta media de los estudiantes se aleja de la renta media de Canarias», por lo que «la universidad debe adaptarse a las necesidades de la clase media y baja porque las clases más pudientes tienen además otras opciones». En esta idea, ha subrayado, «habrá cambios» porque «la universidad los necesita para ajustarse a los nuevos tiempos» en «una idea y concepto de universidad que ha madurado estos cuatro años y que puede ser mas efectiva en los próximos cuatro».
Robaina ya dijo en noviembre pasado que su proyecto está «cargado de objetivos para que la sociedad salga adelante en los próximos tiempos» y, para ello, su equipo «mantiene la ilusión». En esta línea, el candidato a repetir como rector ha destacado que en los próximos cuatro años aspira a seguir liderando la Universidad centrado en su «esencia», los alumnos, y en «una reorganización del equipo y del concepto», porque el contexto social ha cambiado.
«La Universidad de 2016 poco tiene que ver con la actual», en la que el rector estará centrado en que «sirva de instrumento para el cumplimiento de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible», así como en ámbitos concretos como son «la digitalización, la sostenibilidad, acabar con la inequidad y la desigualdad, la empleabilidad y la transferencia de conocimiento como única fórmula para crear economías resilientes».
En esta línea, ha subrayado entre las novedades la creación de vicerrectorados para «luchar con una inequidad que se ha conocido mejor con el confinamiento, como la que se da con la brecha digital y el acceso a internet», así como desigualdades de género y en cuanto a renta media de los alumnos.
Del mismo modo, este nuevo concepto de universidad que plantea «busca la sostenibilidad desde la investigación y el conocimiento» para que esta ayude a los gobiernos a cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Ha destacado, que se busca trabajar en «una universidad digital», que se ocupe del empleo, por lo que se mantiene el vicerrectorado de empresa con «un matiz muy importante, tal y como recomienda la Unión Europea», que es el de «separar de una vez por todas la transferencia del conocimiento para asociarla más a la empresa y la empleabilidad que a la investigación».
Para Robaina, «los vicerrectorados abren políticas» y, por lo tanto, «no se abren de forma caprichosa sino con un programa y unos objetivos». Del mismo modo, ha detallado, su programa contempla el vicerrectorado de Sostenibilidad y Digitalización, el vicerrectorado de Igualdad, Diversidad e Inclusión y busca que «el colectivo grande y diverso que es el alumnado sea atendido en todas sus necesidades», además de los vicerrectorados clásicos.
Estos se mantienen «para atender a las personas, la docencia, la investigación y al alumnado, entre otros», porque «la diversidad es un referente de calidad» que busca mantener, ya que la ULPGC «ocupa los primeros puestos nacionales en calidad», ha alegado. Se trata de «una nueva etapa» en un contexto social de Agenda 2030, una pandemia y unos fondos de reconstrucción y resiliencia que «marcan el camino al trabajo de la sociedad y la universidad.