Un hombre de 33 años decidió ir al hospital porque sufría un fuerte dolor en el estómago. La causa del malestar podía ser cualquiera o, al menos, alguna de las más frecuentes; una infección, haber comido algún alimento en mal estado, una intolerancia de cualquier tipo… Lo que no se imaginaban los médicos es que iban a encontrar un viejo teléfono móvil, concretamente un Nokia 3310, dentro del cuerpo del paciente. La principal preocupación del doctor Skender Teljaku era que los ácidos del estómago entraran en contacto con las sustancias tóxicas de la batería del teléfono, poniendo en serio riesgo la vida del varón. Afortunadamente, el equipo de médicos logró extraer el terminal con una endoscopia que, por otra parte, no fue nada sencilla, ya que tuvo que separar el móvil en tres piezas. Los doctores lograron salvar la vida de este vecino de Pristina, en Kosovo, que llegó al centro hospitalario por sus propios medios con un Nokia 3310 en su interior desde hacía cuatro días. Lo que sigue siendo un misterio es cómo acabó el móvil dentro de su cuerpo.