El enoturismo se encuentra en pleno auge. Así lo demuestra el hecho de que año tras año, en todo el mundo, facture un total superior a trescientos mil millones de dólares. España es uno de los países en los que más ha proliferado en los últimos tiempos.
Tanto los españoles como los turistas se suman al enoturismo, realizando para tal fin multitud de planes. Hoy profundizaremos en uno de los más extendidos: visitar bodegas. Como hemos dicho, en todo el territorio español es una actividad muy popular, evidenciándolo las numerosas visitas que recibe anualmente la Bodega Doña Felisa. Pero, ¿Cuáles son los motivos de que dicha actividad guste tanto?
Buena relación calidad-precio
Aprovechando que acabamos de mencionar esta bodega, es un buen momento para abordar la primera clave del éxito de dicho plan de enoturismo. Nos referimos a la buena relación calidad-precio de la actividad.
Aunque depende de cada bodega, la conocida bajo el nombre de Doña Felisa, una de las más famosas en Ronda (Málaga), ofrece la posibilidad de realizar una visita con cata de vinos en Ronda por un precio muy asequible, sobre todo si tenemos en cuenta lo gratificante que es la experiencia de principio a fin.
Hablamos de una visita cuya duración es de una hora y media. Obviando la visita a las instalaciones, el momento cumbre es la degustación no solo de vinos, sino también de diversas tapas. Por otra parte, al ser un plan tan demandado, tiene lugar todos los días de la semana, así que no resulta complicado encontrar un hueco en la agenda para poder disfrutar del enoturismo en estado puro.
Aprender cómo se elaboran los vinos
Todos sabemos cómo tiene lugar la elaboración del vino, pero verlo en persona supone un cambio de paradigma. Con la visita guiada tanto a esta bodega de Ronda como a cualquiera de las que están ubicadas en las Canarias se aprenden los entresijos de un proceso que no deja indiferente a nadie.
La visita guiada empieza por el viñedo. Allí se explica a los asistentes cuáles son las características de ese terruño en concreto, amén de la variedad de uva de la que disponen y que posteriormente dará ese sabor y la textura a un vino que será único.
Acto seguido llega el momento de acceder a las instalaciones en las que se prepara el caldo de dioses. Nos referimos a las salas de elaboración. Profesionales con una dilatada trayectoria a sus espaldas son los encargados de explicar a las visitas cómo es el proceso.
Ni un solo paso es omitido. De hecho, algunos de ellos se muestran in situ para que los asistentes entiendan todo lo que hay detrás de la elaboración de un buen vino. Gracias a ello, sabrán valorarlo incluso más que antes, apreciando así cada uno de los que degusten a lo largo de sus vidas.
Plan ideal para desconectar
Si bien es cierto que en Canarias el ritmo de vida no es tan acelerado como en la Península, esto no libra a los ciudadanos de sufrir un mal endémico que es conocido como estrés. En ocasiones, si no se trata a tiempo, puede derivar en una ansiedad que incluso genere síntomas físicos.
Cada vez hay más canarios que son plenamente conscientes de lo perjudicial que puede llegar a ser el estrés. Es por este motivo que hacen todo lo posible con tal de reducirlo a cero. Una de las claves para obtener un buen resultado en este sentido consiste simplemente en desconectar de vez en cuando, tanto del trabajo como de los estudios y de la rutina del día a día en general.
Por suerte, en pleno 2024 hay más alternativas que nunca si el objetivo es el de desconectar por completo. A pesar de la enorme variedad existente, muchas personas se decantan por visitar bodegas. Y no es para menos, puesto que es un plan idóneo para que tenga lugar esta desconexión que tan beneficiosa es para el ser humano.
Al llegar a la bodega en cuestión, la tranquilidad empieza a apoderarse de los asistentes. Esto es fruto de que todas ellas se encuentran alejadas del bullicio y están en entornos naturales muy privilegiados.
Respirar aire puro, no oír ruido alguno, fusionarse con la naturaleza y otras experiencias muy positivas son vividas en un entorno que incluso invita a olvidarse por completo del teléfono móvil, más allá de sacarlo en una o dos ocasiones para fotografiar el lugar y quizá grabar un vídeo.
Los aspectos tan positivos que hemos sacado a colación son los que dan pie a que este tipo de plan de enoturismo haya experimentado un gran crecimiento no solo en las Canarias, sino también en el resto de España. Todo parece indicar que, a lo largo de los próximos años, las visitas a bodegas seguirán siendo una actividad muy popular.