López Aguilar anuncia en DA su candidatura a la secretaría general del PSOE canario

EXCLUSIVA A DIARIO DE AVISOS | Entrevista al eurodiputado socialista canario Juan Fernando López Aguilar (Las Palmas de Gran Canaria, 1961) quien no teme reconocer que le preocupa su partido, pero tampoco se arruga ante el reto de ofrecer soluciones.
Juan Fernando López Aguilar, eurodiputado socialista canaria. Fran Pallero
Juan Fernando López Aguilar, eurodiputado socialista canario. Fran Pallero

Es un dirigente histórico que vuelve a la escena de su mayor triunfo electoral y el más holgado de su partido en las Islas. Aquí anuncia en una entrevista con DIARIO DE AVISOS su candidatura a la secretaría general del PSC-PSOE, que ya desempeñó. Es el primero en dar ese paso. Se pronuncia a favor de una moción de censura en La Laguna y lanza como objetivo de su campaña aglutinar a los socialistas (“ser muchos más y mejores de lo que somos”) para desalojar del poder a Coalición Canaria, “hablando con todos, incluso con el PP.” Se le nota con ganas y, tratándose de quien se trata, no sorprende que traiga consigo un alegato sobre lo que considera mejor para la sociedad en general y para Canarias en particular. Juan Fernando López Aguilar (Las Palmas de Gran Canaria, 1961) no teme reconocer que le preocupa su partido, pero tampoco se arruga ante el reto de ofrecer soluciones. Y de llevarlas a cabo.

-Hace 10 años ganó unas elecciones en Canarias denunciando con fuerza la corrupción. ¿Cómo valora ahora lo sucedido? ¿El tiempo le ha dado la razón?

“Lamento que la corrupción haya llegado a ser la preocupación número uno de la sociedad española. Ya era hora. En política no es decisivo tener razón. Pero hace mucho que he visto en la corrupción una amenaza, no solo para la democracia, sino para los derechos fundamentales y para la igualdad esencialmente, porque enriquece a los que se creen más listos que los demás. Por eso la he combatido toda mi vida, y me apliqué a fondo creando la Fiscalía Anticorrupción y distribuyéndola territorialmente. Ha hecho su trabajo, pero no está completo, a la vista está lo que está sucediendo: ahora el PSOE está pidiendo el cese del fiscal anticorrupción. Muchos de los que protestaron contra esa estrategia contra la corrupción ahora se dan cuenta de que no solo hacen falta jueces y fiscales especializados, sino también una sociedad intransigente con los corruptos, para enviarlos al basurero de la historia. Este es un trabajo en el que en España queda mucho por delante. Porque es un hecho que tanto en España como en Canarias en particular una parte del electorado nunca castigó la corrupción. Cuanta más sea la intolerancia con los corruptos, mejor será la sociedad que la lleve a cabo”.

-¿Entiende que la corrupción en Canarias es parte del pasado o que siguen existiendo entramados de estas características?

“No juego a ningún antes y después. Existía corrupción durante el siglo XIX, existía profusamente durante el franquismo y ha pervivido durante la democracia. Y no está erradicada. Hay que combatirla permanentemente. Hacen falta herramientas eficaces. En el Parlamento europeo presidí la Comisión de Libertades, Justicia e Interior sobre las filtraciones de Wikileaks, y una de las conclusiones es que hay que proteger a los denunciantes de la corrupción, cooperadores con la Justicia que denuncian las tramas corruptas, a veces porque han sido parte de ellas. Pero deben tener la protección penal de un testigo protegido. Aún más importante es que la sociedad sepa que hay que combatir permanentemente la corrupción. Hay muchos asuntos que fueron expuestos a la luz cuando fui ministro de Justicia, y muchos de esos procedimientos no han concluido. El caso Telde, el caso Mogán… Todavía no se ha sentado a nadie en el banquillo, por increíble que parezca. A pesar del tiempo transcurrido. Sin embargo, hay una sentencia, la del caso Las Teresitas, y quiero recordar que a los denunciantes se les señaló como enemigos del pueblo de Santa Cruz, y todos los que tuvimos una posición firme ante lo que estaba pasando sufrimos una campaña de desprestigio y difamación. Pagamos un precio personal. Ahora muchos reconocen que la lucha contra la corrupción es una urgencia nacional. Otros lo hemos sabido siempre”.

-No son pocos los que vinculan el actual borrador de la Ley del Suelo con futuros casos de corrupción, al temer que se abra la puerta a posibles comportamientos de este tipo. ¿Lo comparte?

“La ordenación del suelo es uno de los grandes asuntos de esta tierra, y exige que el PSOE tenga una posición clara sobre el tema. ¿Facilitar los trámites? De acuerdo, pero preservando el medio ambiente y, sobre todo, los controles previos. Tenemos demasiadas experiencias en corrupción vinculada al suelo en Canarias como para que nos permitamos reabrir ninguna de esas ventanas. Este debate hay que afrontarlo seriamente en el Parlamento de Canarias. Ahora bien, el historial de Coalición Canaria a este respecto no le otorga ninguna credibilidad a la hora de regular el suelo ni el medio ambiente. Todavía en esta legislatura hemos soportado una campaña publicitaria del Gobierno de Canarias pagada con dinero público. Ramplona y demagógica, de lo peor, en lo que presentaba como objetivo de la Ley del Suelo ayudar a los pequeños propietarios agrícolas a que por fin pudieran reparar sus cuartos de aperos. Hay que decir con toda claridad que el objetivo de la Ley del Suelo no es reparar los cuartos de aperos. El planeado por Coalición Canaria es otro muy distinto. El conjunto de las fuerzas comprometidas con la regulación del suelo, el respeto al medio ambiente y la lucha contra la corrupción tiene que tener una posición clara, y desde luego la tiene que tener el PSOE”.

-¿Se equivocó el PSC-PSOE cuando pactó con Coalición Canaria?

“Pactar nunca es un error en sí. Al cabo del tiempo hay que examinar cuál fue el rendimiento de cada pacto. Lo primero es que tenga objetivos claros, que se expliquen con transparencia, que sean coherentes con los propios principios. Lo segundo es que en el curso del tiempo se realicen. Si el balance no es ese, el pacto es un error. Nunca he objetado de conciencia un pacto. Siempre hay que decir para qué, y tener una idea clara de tu posición en ese pacto”.

Juan Fernando López Aguilar, eurodiputado socialista canario. Fran Pallero
Juan Fernando López Aguilar, eurodiputado socialista canario. Fran Pallero

-¿Comparte la tesis de que Coalición ha maltratado en ese pacto al PSC-PSOE?

“Es una impresión generalizada que además se corresponde con la realidad. Y no es la primera vez. Solo espero que sea la última vez que el PSC se deja maltratar por CC en un pacto en el que el Partido Socialista se subordina una y otra vez a las estrategias y objetivos de CC, sin ser capaz de imponer los suyos. La Ley del Suelo no estaba ni en el programa socialista ni en el de Gobierno para esta legislatura. La impuso de sopetón unilateralmente CC a su socio de gobierno. Una deslealtad imperdonable. A partir de ahí el PSOE comenzó a sufrir y a padecer el maltrato, el acoso y las agresiones de Coalición. Una y otra vez el PSC anunció que si CC daba un siguiente paso el pacto se entendería roto, pero Coalición lo daba con creces y el pacto no se rompía. Eso significó un desdoro triste para el Partido Socialista, pero también una lección definitiva: que nunca más el PSOE vuelva a cometer un error que lamentablemente ha cometido demasiadas veces”.

-El PSC-PSOE camina, tras ese pacto, hacia su congreso. ¿Qué papel jugará usted en el mismo?

“Voy a ofrecerle a mis compañeros y a mis compañeras mi disposición a asumir el liderazgo del PSOE en Canarias. Lo hago independientemente de cuál sea el resultado de la actual competición por la Secretaría General del PSOE y sin contar con ninguna plataforma previa, ninguna familia, ningún clan. Y eso después de haber sido secretario general del PSOE en Canarias. Con esto estoy diciendo que me importa el PSOE y en particular el PSOE de Canarias. Me importa contribuir a superar la actual división, el encono con el que se manifiesta demasiado a menudo esa división. Y la tentación de que se pueda sortear ese congreso con una nueva mutilación de parte del PSC en un momento en el que no nos podemos permitir el lujo de prescindir de ninguno de los actuales compañeros y compañeras dirigentes. Tenemos que aspirar a ser nuevamente un todo, reunidos con propósito y con sentido, y a ser muchos más y mejores de lo que actualmente somos”.

– A pesar de su anterior respuesta, es inevitable preguntarle si se siente más afín a Susana Díaz, a Pedro Sánchez o a Patxi López, los actuales aspirantes a comandar el PSOE.

“Me encantaría estar convencido de que estamos ante un debate de ideas. Es un derecho, es legítimo e incluso un deber tomar posición. Respeto a todos que lo hagan. Y respeto a los tres candidatos a la Secretaría General, y a las plataformas que los apoyan. Pero ojalá fuera un debate de ideas y de propuestas. No acepto que el debate describa fracturas ideológicas. Todo el PSOE tiene una historia de vertebración de la izquierda española, una historia de un ideario que se corresponde con claridad con la izquierda española y europea. No conozco a ni un solo compañero o compañera del PSOE que no le guste reconocerse como una persona de izquierdas. Yo lo soy, pero el PSOE tiene que tener además una vocación mayoritaria, con lo que significa de persuasión de mucha gente que no se identifica de izquierdas, no lo hace sobre el eje derecha-izquierda o incluso, compartiendo los valores ideológicos de izquierdas, sencillamente no sabe que son de izquierdas. Tenemos que tener la vocación de construir una mayoría de izquierdas en España y naturalmente en Canarias, donde no la hemos tenido en toda la historia de la autonomía desde que los socialistas salimos de la Presidencia del Gobierno por última vez en 1993. 25 años, casi un cuarto de siglo, de Gobiernos presididos por CC. Ya va siendo hora de que el PSOE recupere de nuevo la autoridad y la fuerza política para liderar un Gobierno progresista, un Gobierno de izquierdas en Canarias. Ese es el debate que me gustaría que tuviera lugar en el próximo congreso del PSOE canario. No un debate de etiquetas, carente de contenidos. Que no se corresponda con propuestas y fijaciones de posición concretas. Yo constato en conversaciones en todas las Islas, y no solo con compañeros y compañeras del partido, sino con la ciudadanía que nos contempla, que a la pregunta sobre qué es lo que defiende el PSOE sobre temas como la reforma electoral, la Ley del Suelo, el nuevo Estatuto de Autonomía, energías renovables y, sobre todo, el futuro con la formación y el reparto de la riqueza, lo que quiere decir fiscalidad… pues bien, la gente no tiene claro lo que el PSOE defiende en estos momentos. Y eso me mueve muchísimo. Yo quiero que el PSOE tenga posición. Que no se ponga en cuestión si eso es más de izquierdas o menos, sino que todo el mundo sepa que el PSOE tiene una vocación centralista para gobernar tras 25 años de gobiernos presididos por fórmulas conservadoras e insularistas como las que enhebra Coalición Canaria”.

-Es el primero de sus compañeros que da el paso de ofrecerse para liderar al PSOE en Canarias, como acaba de hacer en esta entrevista…

“Yo respeto todas las posturas, y creo que es fácil presentir que hay compañeros y compañeras que aspiran a dar el paso. Y me parece muy bien. Pero no me perdonaría, en un momento que creo que es el más crítico en toda la historia del PSOE, desde la II República seguramente, en un momento en el que existe tanta división en el partido, que yo no hiciera lo que esté en mi mano por ser parte de ese debate y serlo en primera persona. Por decir hasta qué punto me parece imprescindible tender puentes y reunir, reagrupar, a todo el Partido Socialista, contar con todos y con todas, no solamente creo que es imprescindible quien ya está en el PSOE, sino que vuelva al PSOE quien está en sus cuarteles de invierno o ha dejado la militancia, y que se afilie al PSOE quien todavía no ve ni un solo motivo para hacerlo en el futuro inmediato. Esa es una propuesta que merece la pena, desvinculándola del debate que está teniendo lugar por la Secretaría General del PSOE. Porque, insisto, las informaciones periodísticas que mecánicamente vinculan las oportunidades de unos y otras en función de quién gane la Secretaría General obligan a un debate honesto en todas las agrupaciones socialistas que no sea, sencillamente, la transposición en cascada de lo que haya sucedido en el congreso federal. Y merece la pena hacerlo sin contar con ninguno de los clanes o tribus que se hayan definido como tales en función de su alineamiento con alguna de las candidaturas. Eso es parte del síndrome, del problema, que hay que superar cuanto antes”.

-¿Achaca a esa falta de liderazgo, a esa división interna, esa evidente fuga de votos que ha provocado la súbita irrupción en las instituciones de una fuerza como Podemos?

“Desde que empezó a hablarse de Podemos, estaba yo entonces en la Ejecutiva que lideraba Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmé contracorriente que Podemos no era un suceso meteorológico, no era un cambio climático, como si la acción o inacción del PSOE, sus aciertos y errores no tuvieran que ver con la irrupción de Podemos. Podemos interpela continuamente al Partido Socialista. Cualquiera que tenga representación de la ciudadanía me merece respeto. Por tanto, los líderes de Podemos hacen su trabajo legítimamente. Pero yo aspiro a que millones de los que han votado a Podemos, muchos de los cuales son antiguos votantes del PSOE y que siguen siendo personal y políticamente cercanos al PSOE (sobrinos, sobrinas, hijos, hijas de militantes y dirigentes socialistas), vuelvan a confiar en el Partido Socialista. El PSOE no tiene que establecer una estrategia con Podemos, sino tratar de recuperar un espacio central y vertebral de la izquierda española con credibilidad y con propuestas que sean realizables e ilusionantes, las dos cosas. Ahora mucha gente se está dando cuenta de que Podemos ha sido una herramienta para darle una patada al poder, para llamar la atención, para asistir a supuestas nuevas formas de captar fotogramas y telediarios, pero no hemos visto resolver ni una gran cuestión de las que estaban pendientes en esta democracia. Ni intentarlo siquiera. Es mucha la gente que se pregunta cuándo el PSOE va a salir del marasmo en el que ahora está, y cuándo va a volver a parecerse a lo que ha sido. Quiero ser parte de eso. Quiero contribuir, con todos mis años de militancia, a que el PSOE no sea ni socio ni menos comparsa, sino quien vertebre a la izquierda de este país”.

-¿Qué paso prevé ahora, después de anunciar su disponibilidad a liderar el PSC?

“Mis compañeros y compañeras tienen la palabra. Ahora no existe ninguna otra fórmula para obtener ese liderazgo que el voto de los militantes. Lo voy a pedir. me muevo por todas las islas, y es mucha la gente de todas las agrupaciones que me piden que dé el paso. Y quiero hablar con los que den este paso, porque quiero ser parte de esa conversación, porque creo que tengo cosas que decir. Porque no creo que quien gane la Secretaría General del PSOE sea quien decida quién tiene que ganar en cada agrupación. Ni creo que los militantes del PSOE esperen que eso sea sí, y tomarán la palabra en cada agrupación. Y quiero que se hable de los grandes temas. De la reforma electoral que respaldo desde hace veinte años, del estatuto, de la ordenación del suelo… Mi mensaje es nítido: debemos enviar a Coalición Canaria a la oposición. Ese objetivo es irrenunciable después de veinticinco años de CC en el poder sin votos que lo justifiquen. Tenemos que hablar con las distintas fuerzas, incluido el PP, porque no me resigno a pensar que la media legislatura que resta está amortizada. Mi proposito es liderar ese cambio y conseguir que en mi partido seamos muchos más y mejores”.

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