las protagonistas del derbi femenino

El banquillo, terreno por conquistar

Solo cuatro de los 28 entrenadores de la Liga Femenina 2 son mujeres; María Sosa, preparadora del Vega Lagunera Adareva, es una de ellas y apuesta porque se pongan más medios para poder crecer
María Sosa da instrucciones a sus jugadoras durante un encuentro como local del Adareva| Andrés Gutiérrez
María Sosa da instrucciones a sus jugadoras durante un encuentro como local del Adareva| Andrés Gutiérrez
María Sosa da instrucciones a sus jugadoras durante un encuentro como local del Adareva| Andrés Gutiérrez

El deporte femenino está en auge, pero aún resta mucho por hacer. Los banquillos de la Liga Femenina 2 son un muy buen ejemplo de las barreras que aún quedan por derribar. En el grupo B de esta competición, 13 de los 14 equipos están dirigidos por hombres y solo la entrenadora tinerfeña María Sosa, del Vega Lagunera Adareva, se presenta como la única mujer en un mundo prácticamente monopolizado por ellos.

“Lo sangrante no es eso, es que ese es, simplemente, el reflejo de todo lo demás. En formación, equipos de categorías importantes, como júniors o séniors, siguen sin tener mujeres a las que se les ofrezca esa oportunidad”, apunta Sosa que, a la vez, también admite que no hay “demasiadas mujeres dispuestas a dar el salto”.

La tinerfeña no centra los motivos en una sola dirección, porque cree que son “muchos” los factores que derivan en la actual situación: “Es una suma de todo: puede faltar iniciativa, por supuesto, pero es complicado invertir tiempo y dinero sin saber si luego lo vas a recuperar. Con las condiciones actuales, sacar un título superior para entrenar niños no compensa. Es triste, pero es así”.

Con todo, ella se considera una afortunada. Desde que comenzó a entrenar siempre se ha sentido “respetada y valorada”, tanto en clubes como en los colegios en los que ha llevado a cabo su trabajo, pero admite que, por desgracia, su ejemplo no es el habitual. “No tenía una aspiración de llegar a ser entrenadora profesional, pero siempre he sido muy competitiva”, admite, antes de reiterar que “ser mujer” jamás ha supuesto “un problema para nada”.

Pero, ¿por qué de los 28 banquillos de los dos grupos de Liga Femenina 2 solo cuatro están ocupados por mujeres? La respuesta no parece sencilla, pero Sosa siempre deja claro que las entrenadoras no quieren que se les regale nada: “Me tienen que dar un equipo si soy una mujer válida para ello; no queremos regalos, pero sí medios”.

Porque no parece nada claro que las instituciones, y los diferentes estamentos, apuesten por el deporte femenino de la manera indicada: “Se habla más del tema que antes, no es tan tabú, por llamarlo de alguna manera, pero ya deja de ser un tema del que se tenga que hablar, sino que se tienen que tomar medidas; debemos de ser las primeras en abanderar esta iniciativa y no simplemente quedarnos en casa quejándonos”.

Porque con ella, que habla claro, no hay demasiadas dudas de los principales problemas que se encuentran cuando se trata de igualar el deporte femenino con el masculino. “Se habla mucho, se da mucho bombo, pero en el día a día eso no es algo real”, afirma al ser cuestionada por si se toman medidas reales desde todos los ámbitos.

Sosa cree que “quitando charlas o foros”, algo que sirve para “visualizar” el problema, se llevan a cabo pocas iniciativas que hagan ser optimistas de cara al futuro cercano. La mejor prueba de ello puede ser el próximo Mundial femenino que se disputará en Tenerife, en 2018: “Aún no han hecho, o anunciado, ninguna acción que se vaya a llevar a cabo”.

La solución, como para tantos problemas, parece tener dos pilares básicos sobre los que cimentarse: educación y una mayor apuesta económica. A pesar del intento de impulsar la Liga Femenina, lo cierto es que su segunda categoría sigue siendo sumamente precaria, con entrenadores que, en muchas ocasiones, no solo entrenan a los primeros equipos de los clubes por cuestiones económicas: “Lo que no se puede es tener una liga profesional como institución y luego no mover el dinero que debería en recursos, medios y demás”.

Es “una cuestión de todos” como cuando señala la necesidad de hacer llegar el deporte femenino a más público, algo que los haga crecer en masa social. “Clarinos y Adareva estamos en la segunda categoría de nuestro deporte, como el CD Tenerife, y en los medios sale una columna la semana previa al derbi”, finaliza.

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