Canarias tendrá una ley de memoria histórica propia

Tres asociaciones que buscan los restos de los represaliados por el franquismo logran el respaldo de todos los grupos parlamentarios a elaborar un texto legislativo
Representantes de asociaciones de la memoria histórica de  Tenerife, Arucas y La Palma, con los portavoces y los miembros de la Mesa del Parlamento canario. / DA
Representantes de asociaciones de la memoria histórica de Tenerife, Arucas y La Palma, con los portavoces y los miembros de la Mesa del Parlamento canario. / DA

El Parlamento de Canarias ha iniciado los pasos para tramitar una Ley de Memoria Histórica, complementaria de la estatal, en la que el Ejecutivo regional financiaría la búsqueda, exhumación e identificación de los restos de los represaliados por el franquismo, y que prevé también crear un banco de ADN y un centro de documentación, entre otras medidas.

Todos los grupos parlamentarios (CC, PSOE, PP, Podemos, NC y ASG) han respaldado crear una comisión para consensuar un texto legislativo, a iniciativa de tres asociaciones de memoria histórica, incluida la de Tenerife, que preside Mercedes Pérez Schwartz, quien, en declaraciones a este periódico, explicó que han entregado un borrador en el que recogen las citadas medidas y que se inspira en normativas de Andalucía y Navarra, al tiempo que recordó que desde 2012 ya no reciben ayudas del Estado.

Los portavoces y la Mesa de la Cámara, presidida por Carolina Darias, expresaron su predisposición para alcanzar un acuerdo a Pérez Schwartz y a las representantes de las asociaciones de La Palma, Aralda Rodríguez; y Arucas, Balbina Sosa y María del Pino Sosa. La intención de estos colectivos es que con la futura ley se creen en Tenerife y Gran Canaria sendos centros de documentación de memoria histórica, para los que se podrían aprovechar los archivos históricos provinciales; así como un banco de ADN, pues cada vez es más difícil conseguir esas pruebas fundamentales para identificar a las víctimas.

Pérez Schwartz, nieta del último alcalde republicano en la capital tinerfeña, reiteró que “no se trata de reabrir heridas de esa etapa sangrienta, sino de cerrarlas, localizando a los desaparecidos, fusilados y asesinados entonces por defender la legalidad del Gobierno democrático”. “Estamos cansados de pedir limosna, cuando lo que pedimos es justicia”, concluyó.l

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