La casa por el tejado

Con casi 10 millones de presupuesto, el Almería lucha por no sufrir dos descensos en dos temporadas
El equipo andaluz no está cumpliendo con las expectativas generadas a principio de curso. / da
El equipo andaluz no está cumpliendo con las expectativas generadas a principio de curso. / da

¿Cómo es posible que con 9,7 millones de presupuesto el Almería ocupe puesto de descenso a Segunda B? Mucho han cambiado las cosas desde que hace algunos meses los andaluces conformaran una de las mejores plantillas de la categoría con un objetivo claro como era recuperar la Primera División cuanto antes, pero las malas decisiones, los peores resultados y la poca fortuna han llevado a los rojiblancos a vivir una pesadilla que los tiene más cerca del fútbol no profesional que de las estrellas de la Liga BBVA.

La plantilla
El pasado verano solo se produjeron dos traspasos en Segunda. Uno fue el de Javi Moyano, al Valladolid procedente del Tenerife, el otro fue el fichaje de Chuli por parte del Almería, que era propiedad del Betis, a cambio de 500.000 euros. Hasta nueve clubes quisieron hacerse con los servicios del atacante, pero su precio dejó esa lucha, prácticamente, en dos equipos. Chuli había acabado la temporada anterior en el Leganés, donde estuvo cedido, anotando 11 goles, por lo que parecía la referencia ofensiva clara para los almerienses. El punta lleva hasta el momento cinco dianas tras 27 jornadas, cifras muy lejanas de las esperadas.

El caso de Chuli es solo el mejor ejemplo de lo que ha ocurrido a la hora de construir una plantilla en la que también figuran futbolistas como Casto, que logró el ascenso con Las Palmas el año pasado, Fernando Soriano o Kalu Uche, pero lo cierto es que no parece que ese grupo de jugadores haya sido capaz de mostrar todo su rendimiento.

Los entrenadores
Haber tenido tres técnicos en lo que va de campaña no parece la mejor manera para dar estabilidad. Sergi Barjuán comenzó el curso en el banquillo del Juegos del Mediterráneo, pero conquistar ocho de los primeros 33 puntos posibles llevó al exfutbolista fuera de un club que se lo pensó mucho a la hora de encontrar un sustituto. Velko Paunovic era el favorito, pero las pretensiones del balcánico lo alejaron de Almería. Finalmente el elegido fue Joan Carrillo, que llegaba de dirigir al Videoton húngaro, pero solo duró nueve jornadas en el cargo, tiempo en el que no conoció la victoria, tras tres derrotas y seis empates que volvieron a poner en funcionamiento el cásting para el banquillo.
Le tocó el turno entonces a Néstor Gorosito, que ha dado algo de equilibrio al equipo, pero no ha conseguido sacar al equipo de los puestos de descenso, principal objetivo con el que llegó al club rojiblanco.

Los números
Más allá de cambios de técnico, los números no fallan. El Almería solo ha ganado cinco de los 27 partidos que ha jugado, es el quinto conjunto que menos goles mete de la categoría, pero a la vez es el que más tantos encaja (36) solo superado por Llagostera y Albacete, también en descenso.

Sus cifras a domicilio lo convierten en el oponente propicio. Almería y Llagostera son los únicos clubes que no han ganado aún lejos de sus estadios, aunque es cierto que los andaluces han empatado hasta en siete ocasiones lejos de su campo.

“Aunque nuestra situación sigue siendo complicada y difícil, no cabe duda de que el equipo está mejorando y teniendo actitud”, advirtió ayer el atacante argentino Juan Ramírez, que desvelaba otro de los defectos que se le achacan a los almerienses: la falta de actitud. Es algo en lo que ha querido hacer hincapié Gorosito, reconociendo incluso, como lo hacía su jugador, que lo que les resta de campaña lo afrontan como “muchas finales”.

El domingo tendrán enfrente un club que comprobó en sus carnes lo que supone encadenar dos descensos consecutivos, desde Primera a Segunda B.

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