La isla de la eterna juventud

Tenerife cuenta con unas 300 personas mayores de cien años, la gran mayoría mujeres, una cifra que se ha duplicado desde el año 2010
10/03/2016 Reportaje sobre vejez, octogenarios, personas mayores, abuelos.
10/03/2016 Reportaje sobre vejez, octogenarios, personas mayores, abuelos.

Hace un tiempo el hecho de cumplir 100 años era todo un logro, pero ya esta barrera es cada vez más superada por la población . No solo es más fácil llegar a soplar las cien velas, sino que las circunstancias físicas y mentales en las que se hace cada vez son mejores. Los cierto es que en los últimos años ha aumentado de forma considerable en la Isla el número de mayores de 100 años. Además resulta significativo, que la mayor parte son mujeres, como reflejan los datos recogidos por el Instituto Canario de Estadísticas.

En 2015, en Canarias se contabilizaron un total de 629 personas que superan el siglo de edad, de los cuales, la mayor parte, 309 residen en Tenerife, frente a 177 empadronados en Gran Canaria. De los localizados en la Isla, tan solo 97 son varones mientras que 212 son mujeres. No solo la abrumante mayoría de féminas llama la atención, sino el incremento de este sector de la población en los últimos años, que prácticamente se ha duplicado, ya que si en 2015 se contabilizan 309 centenarios, en 2010 se registraban 147 (110 mujeres y 37 hombres). Además, a eso se añade que hay 939 personas cuya edad está comprendida entre los 95 y los 99 años, por lo que probablemente en los próximos ejercicios esta tendencia seguirá al alza. Si se echa la vista atrás el aumento es aún más considerable, ya que en 2000 el número de centenarios era de apenas 54.

Atendiendo al reparto por la geografía insular, el área metropolitana acapara la mayor parte de estos veteranos. Así, en Santa Cruz se localizan 149 ancianos mayores de 100 años y 39 en La Laguna. Le siguen municipios como La Orotava, con 14, Güímar, con 12, y Candelaria con 10.

La experta en Gerontología Social Lourdes Bermejo explicó a este medio que “en España, según datos del Instituto Nacional de Estadística, hay más de 13.000 ancianos de más de 100 años, de los que el 80% son mujeres”, y destacó que “las perspectivas de los expertos apuntan a que esta cifra se multiplicará por cuatro en 2050”. Afirmó que “las personas que han alcanzado los 100 años tienen una mayor resistencia al desarrollo de enfermedades y presentan una dotación genética óptima para alcanzar los límites de la longevidad humana” y matizó que en ellos “la aparición de las enfermedades asociadas al envejecimiento, como el cáncer o la patología cardiovascular, se retrasan o desaparecen”.

La experta recalcó que “muchas de las personas centenarias se caracterizan por seguir un estilo de vida sano y sencillo, en un entorno natural favorable, que está estimulado en todo momento con un propósito de mantenerse activas y de desarrollar actividades y prestar servicios para el bien de la familia y la comunidad”. Además, señaló, como otros factores clave, las influencias hereditarias y genéticas, el hecho de no fumar, la confianza en sí mismo, y el fuerte sentido del propósito. “Aunque la tendencia es que continúe creciendo el número de centenarios, lo cierto es que el aumento del estrés de algunas generaciones no nos va a ayudar a llegar a tan mayores, a no ser que supiéramos desarrollar mecanismos en nuestra personalidad que nos permita afrontar las situaciones conflictivas de la vida de una manera más inofensiva para nuestra salud”, indicó Bermejo.

En cuanto a la forma de tratar a estos mayores recomendó “favorecer que tengan oportunidades para seguir manteniendo el control de sus vidas, que puedan continuar disfrutando, estando informados, tomando decisiones y haciendo lo que les hace sentirse útiles y valiosos”.
La acciones para potenciar el envejecimiento activo es una de las prioridades del proyecto Ansina, desarrollado por el Cabildo tinerfeño. Estas actividades que se llevan a cabo en toda la Isla favorecen a que los mayores lleguen en mejores condiciones a los últimos años de su vida, no solo desde el punto de vista físico, sino también cognitivo.

La consejera de Acción Social del Gobierno insular, Cristina Valido, hizo hincapié en la importancia de potenciar estos programas no solo para ofrecer opciones de ocio a los más veteranos, sino desde el aspecto preventivo. Insistió en que acciones como la actividades cognitivas, como sopas de letras, o físicas, como las manualidades o la gimnasia, son ideales para el envejecimiento activo. “Cada vez hay más mayores y más asociaciones que demandan estos programas”, precisó. No solo este tipo de acciones son necesarias ante el significativo aumento de la población mayor, sino que también hay que adaptar otros recursos como los residencias o los centros de día.

Al respecto, María Dolores Sánchez, subdirectora de Trabajo Social del IASS, comentó que en los centros dependientes de este ente insular residen nueve personas mayores de cien años, de las cuales una importante mayoría son mujeres. Explicó que en buena parte de los casos se trata de un perfil de bajo requerimiento de atención, dando apoyo con la medicación u otro tipo de controles. “Nos ha llegado alguna persona de 90 años o de 100 pidiendo una plaza residencial para el futuro”, narró como anécdota.

Gran resistencia
La técnico insular llamó la atención sobre los dos perfiles de usuarios que se encuentran en los centros del IASS. Incidió en que resulta curioso que la mayoría de los casos de los residentes con una edad más avanzada no requieren tantos cuidados o presentan un estado de salud mejor que los de una generación más joven. Sobre la posibilidad de que superar la barrera centenaria sea una tónica general, indicó que su impresión es que las generaciones más jóvenes lo tendrán más complicado, debido a la aparición no solo de de más enfermedades y la agresividad de estas, sino también un ritmo de vida más acelerado y con mayor nivel de estrés. Por último, insistió en la importancia de llevar a cabo a cabo acciones desde edades tempranas para alcanzar la veteranía en buenas condiciones. Actividades cognitivas, ejercicio físico, relacionarse con otras personas para favorecer la autoestima y llevar de forma correcta los controles médicos son algunas de estas recomendaciones para alcanzar, como minimo, la barrera de los cien años.

Rosalba Castro Bello, la abuela de Canarias. / DA

Rosalba Castro Bello, con 109 años, es la ‘abuela’ de Canarias

Con sus 109 años recién cumplidos, Rosalba Castro Bello es la persona de mayor edad en el Archipiélago y se encuentra entre las 30 más veteranas de todo el país. Aunque su DNI refleje que tiene 109 años, en realidad es un año mayor, ya que fue inscrita en el registro un año más tarde de su nacimiento. Con un buen estado de salud, sobre todo desde el punto de vista de la memoria, la abuela de Canarias reside en estos momentos en el Hogar de la Candelaria. Doña Rosalba nació el 15 de febrero de 1907 (según su carnet de identidad) en Santa Cruz de Tenerife y vivió prácticamente toda su vida en la zona centro, en concreto, en la actual avenida de las Asuncionistas. En este hogar familiar permaneció casi todos sus años, ya que no se casó y tras convivir con sus padres, estuvo viviendo con una hermana hasta que se mudó a una residencia. Como cuenta uno de sus sobrinos, Joaquín Castro, en estos momentos doña Rosalba está “estupenda de salud”, y solo presenta algún problema de movilidad.

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