No es nada nuevo, y menos desde la invasión de las redes sociales, que los políticos se insulten entre sí o se salten la norma no escrita del buen comportamiento en plenos municipales, declaraciones o debates en medios de comunicación.
En los últimos días hemos tenido una buena ración de zascas que sitúa a nuestra clase política, sobre todo la municipal, a niveles de barra de bar, en algunos casos por el nerviosismo de mociones de censura que llegan o se avecinan, por el clásico “y tú más” o porque sencillamente algunos piensan que gritando o insultando más adquieren mayor protagonismo, en una política donde parece importar más 140 caracteres de un tuit que un programa electoral.
“Tu palabra vale menos que un Clavijo”
Quizás el zasca más sonoro tras las vacaciones de verano lo oímos en el pleno de Granadilla cuando se debatió la moción de censura contra el alcalde socialista Jaime González Cejas. Su primer espada, Nicolás Jorge, no solo se conformó con romper el folio donde se recogía, con la firma del presidente de Canarias, que Granadilla era intocable en el pacto regional, sino que acuñó una nueva frase: “Tu palabra vale menos que un Clavijo”, para a continuación convertirse en un meme en las redes sociales con la foto de Fernando Clavijo.
“Arquipo Quintero es un político indecente”
No nos vamos de la caliente, políticamente hablando, Granadilla, porque a raíz de esa moción, el edil de Izquierda Unida, Félix Hernández, llamó “traidor” a Arquipo Quintero, edil de Ciudadanos imprescindible para validar la moción de censura, y además le calificó de “político indecente”.
“No soy ningún mindundi”
Muy cerca de Granadilla, en Arico, la sorpresa se produjo en el último pleno cuando un concejal de CC, Ramón Desiderio Martín Flores, médico de profesión, apoyó la moción de los socialistas para que el gobierno local se rebajara los sueldos un 45%. La alcaldesa, Elena Fumero, a quien CC trata de moverle la silla para contentar a los socialistas, quiere que se le habrá expediente al díscolo doctor, pero este ya dejó claro en aquel pleno calentito que “yo no soy ningún mindundi”, insistiendo que la alcaldesa nunca le ha respetado.
“Usted es un cobarde porque tira la piedra y esconde la mano”
En Arafo, el protagonismo se lo lleva casi siempre el único edil de Izquierda Unida, Francis Hernández, que como puntal de lucha canaria, brega en cada pleno hasta sacar de sus casillas al grupo de gobierno. En el último llamó repetidas veces “pesado” al alcalde José Juan Lemes y este le llamó “cobarde” cuando insinuó que no sabía si en Arafo había corrupción urbanística porque no se le entregan los papeles, en una moción donde se debatía la Ley del Suelo. “Usted es un cobarde porque tira la piedra y esconde la mano, como siempre”, le dijeron a Hernández varios concejales del gobierno de Lemes. Lo curioso es que la joven Tamara del Pino (PP) se abstuvo en esta moción sobre la Ley del Suelo.
“No pienso seguir siendo el felpudo del Ayuntamiento”
También resultó curioso que la edil popular Socorro González votara a favor de colocar en un lugar destacado del Ayuntamiento de Güímar, el 22 de octubre, la bandera canaria de las siete estrellas verdes, con motivo de su 52 aniversario. Pero nada en Güímar sorprende ya, cuando tenemos hasta un reportero ‘tocahuevos’, porque así se autocalifica Víctor Manuel González, asesor de la alcaldesa Carmen Luisa Castro y coordinador del PP en el Güímar. Víctor González apareció con esa leyenda impreso en una camisa durante el último pleno y exclamó que “no pienso seguir siendo el felpudo del Ayuntamiento”, en clara alusión a que los ataques de la secretaria municipal, quien le llamó el “reportero que filtra”.
Pero no solo el asesor de Luisa Castro ataca a la primera habilitada nacional, sino que el concejal de Cultura, David Román, se queja de que “reparó siete euros por la compra de dos brochas porque no se informe quien las utilizó para pintar”. Román cobró 932 euros de dietas por acompañar a un grupo de vecinos al Camino de Santiago, tras levantarse el reparo de la secretaria, pero ha insistido que “no me lo gasté en mariscos, porque no puedo comerlos por prescripción facultativa”. Por cierto, volvemos al asesor y reportero tocahuevos, éste ya avanza que pedirá y cobrará las dietas correspondientes al próximo viaje, a finales de noviembre a Madrid, para visitar entre otros monumentos el Valle de los Caídos y de nuevo el programa Sálvame, que tanto impacto mediático ha supuesto para Güímar, según sus singulares gobernantes.
La secretaria evita a Mederos
La última historieta en el consistorio güimarero ocurrió este martes, cuando tomaba posesión la edil Verónica Jorge, tras la renuncia de Javier Mederos, que como se esperaba asumió casi todo el protagonismo, con discurso de despedida incluido y regalos de la corporación como si se hubieran nombrado hijo ilustre o medalla de oro de la ciudad. El caso es que ante tanta parafernalia, la secretaria se puso enferma de manera repentina para no tener que dar fé del homenaje a quien no tenía ninguna empatía, más bien todo lo contrario. Nadie de Secretaría fue al acto y tuvo que ser la jurista Natalia Romero, a la sazón novia de un edil del PP, quien diera fé del pleno y luego de que apareciera la Constitución, que anduvo perdida por unas horas, tanto que se pidió prestada la del Ayuntamiento de Arafo. Son los daños colaterales de la batalla que mantiene el gobierno local y Marisa Santos, la secretaria que hasta hace poco vivía días de vinos y rosas con Luisa Castro y su asesor y que hoy resultan enemigos irreconciliables, con lo que ello significa para el buen funcionamiento administrativo y político del Ayuntamiento de Güímar, quizás el mejor ejemplo hoy en Tenerife de que en estos tiempos valen más las ocurrencias, valen más los zascas, que un buen proyecto o ser fiel a tu programa electoral. Ya sabes, si no te gustan estos principios, tengo otros…
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