Iñaki Gabilondo: “El PP conserva una bala de oro: todavía no ha iniciado su renovación”

Periodismo en esencia y faro de ciudadanía, Gabilondo es el entrevistador por antonomasia, destreza que, combinada con su extremado rigor y sensatez, lo ha consagrado como uno de los mejores profesionales de la comunicación de este país
Foto de FRAN PALLERO
Foto de FRAN PALLERO

Periodismo en esencia y faro de ciudadanía, Iñaki Gabilondo (San Sebastián, Guipúzcoa, 1942) es el entrevistador por antonomasia, destreza que, combinada con su extremado rigor y sensatez, lo ha consagrado como uno de los mejores profesionales de la comunicación de este país. Mito de la radio española, con programas ya históricos como Hoy por hoy, vivió de primera mano los convulsos años de la Transición, incluido el intento de golpe de Estado de 1981, siendo director de Informativos de TVE. Todo este bagaje periodístico y humano labrado durante años le ha granjeado credibilidad y una mirada límpida y lúcida para cotejar la realidad de nuestra sociedad y, por supuesto, para ejercer de auctoritas en el mundo del periodismo. Gabilondo, multigalardonado a lo largo de su prolija e incombustible carrera, recibió la pasada semana de esta casa, DIARIO DE AVISOS, nuestro particular Nobel, el Premio Taburiente, no sin antes charlar sobre la actualidad y el oficio más bonito del mundo, que diría Gabriel García Márquez.

-Al final, investidura de Rajoy, un Gobierno nuevo, pero en precario… ¿Qué le ha parecido el desenlace de esta tragedia griega en versión española que ha vivido este país durante casi un año?
“Me ha parecido un desastre. Creo que ha hecho una avería enorme en la credibilidad de la política y en la relación de la política con la gente. Se habla mucho del deterioro que se ha producido en la imagen de España, que si en la economía… Pienso que el deterioro mayor se ha producido en la distancia que está separando a la sociedad de sus políticos. Ha hecho mucho daño todo este proceso”.

-¿Se atreve a dar un pronóstico para los próximos meses?, ¿España seguirá siendo ingobernable o PP y PSOE se retroalimentarán durante cuatro años, en una suerte de blindaje interesado del bipartidismo, especialmente para los socialistas ante la amenaza de Podemos?
“Es muy difícil. Es nuevo todo. Todos ellos y cada uno de ellos están en una situación muy curiosa y delicada; no solo el PSOE, también Podemos. Si Podemos administra bien el regalo que le ha caído del cielo, puede convertirse en un gigante en la oposición; como lo administre mal, puede venirse abajo, y estamos en los días en que vamos a saber cómo lo administra. Sabremos si puede dar una dimensión de un debate interno de partido adulto, que tiene reflexiones importantes de formación seria, con lo cual saldrá crecido, o en cambio veremos una cuadrilla de grillos en bronca pura, que pudiera ocurrir, con lo cual se vendrá abajo. No solamente es que está todo muy bien y que solo el PSOE está tocado, el PP tiene pendientes muchas cosas, lo que pasa es que posee una gran ventaja, no solo puede convocar unas elecciones cuando quiera, sino que tiene una bala que la gente no se acuerda que tiene. El PP conserva una bala de oro: todavía no ha iniciado el congreso de renovación. El PSOE ya ha gastado esa bala; el PP, no. Los populares pueden, de pronto, meterle el turbo e iniciar un proceso de renovación, saltar Rajoy, entrar nueva gente, refrescarse… Es demasiado nuevo y están todos en una situación en precario. Están todos colgados: el PSOE, de lo que vaya a ocurrir con su crisis interna; Podemos, colgado de saber qué va a ser de mayor; y el PP, colgado de saber qué va a hacer con su organización pendiente”.

-La abstención ha abierto en canal al PSOE, ¿cree que los socialistas se recuperarán de esta crisis?
“Sí, pero no creo que pronto”.

-¿Qué opina del papel que ha desempeñado en todo este envite Pedro Sánchez: es un héroe o un villano?
“El PSOE hizo primarias sin querer hacerlas. Hizo primarias porque no tuvo más remedio porque presionó Madina. El aparato apoyó a Pedro Sánchez para que no ganara Madina y para que engordara mientras tanto Susana. Desde el principio, el aparato fue contra las primarias y Sánchez vivió bajo sospecha en el partido. Por tanto, el aparato no creyó en las primarias y no le hizo la vida fácil a Pedro, y además no lo ayudó en las campañas electorales y los malos resultados eran de él. Y luego, el pecado de Pedro fue que se envolvió en la bandera del no es no como si fuera un juego de religión, y un asunto que era puramente técnico lo convirtió en una cuestión puramente teológica: ‘Conmigo está la ortodoxia y enfrente de mí están los herejes que quieren entregarse al Ibex y al Partido Popular’. Dramatizó de manera brutal el asunto, cuando era un tema técnico. El aparato del partido fue culpable de apretar hasta llevar a Pedro al borde de no aguantar más, y Pedro de reaccionar de una manera un poco suicida al convertir una disputa en una guerra de religión. Se defendió heroicamente contra el aparato y luego, sin embargo, contribuyó, seguramente a dramatizar muchos las cosas”.

-¿Qué opina de Susana Díaz? ¿Es el nuevo mirlo blanco del socialismo español?
“Lo dudo. Creo que es una mujer con muchísimas cualidades y mucho poder”.

¿Habrá sorpasso de Podemos la próxima vez que vayamos a votar en unas generales?
“Si hay sorpasso, será porque se desplome el PSOE más que por que crezca Podemos. Lo que va a marcar el sorpasso o no es si flota el PSOE o no flota. Es que estamos hablando de una situación nueva con todos los protagonistas temblando”.

[su_pullquote]Cataluña es el mayor fracaso de la política española con mucha diferencia”[/su_pullquote]

-Los nuevos partidos al final se parecen bastante a los viejos, no son ajenos a las cuitas internas y a las contradicciones…
“Finalmente, lo nuevo nos ha durado muy poquito como nuevo. Aún es muy pronto para determinar nada sobre Podemos, por ejemplo. Hace dos años no existía como partido… De pronto, la sociedad bien pensante mira a Podemos como una cosa fracasada. Podemos tiene un éxito que no se ha conocido igual en España, pero están en pleno acné juvenil. Ahora tienen que decidir qué van a ser de adultos. Desde que empezó la democracia no he conocido un éxito igual que el de Podemos, otra cosa es que están sin madurar y ellos lo saben, y están en plena disputa. Es normal. Acaban de llegar y tienen una monumental responsabilidad, mandan ya en un montón de sitios y tienen una montaña de diputados. Ya veremos. A España le gusta decidir en septiembre quién va a ganar la Liga y quién ha fracasado ya. Mira que ha pasado el tiempo y no escarmentamos. Sí que es cierto que están en una posición en la que es legítimo el recelo que produce en muchos, como es legítima la esperanza que produce en otros, pero como están ellos mismos librando esa batalla, pues esperemos. El problema de estos partidos es que tienen que elegir entre la virginidad y el matrimonio , si quieren ser una unidad en el Parlamento, de pocos diputados, que mantenga una llama radical, muy viva, intransigente, que no se doblega, o aspiran a conquistar espacios más grandes, y por lo tanto, a templarse. Eso es una pelea histórica, tradicional, más vieja que la tana, y ellos están ahí”.

-Ha hablado de Podemos, ¿y Ciudadanos?
“Pues debe estar todavía preguntándose qué le ha pasado… Nació en Cataluña como una opción que defendía la identidad española frente al independentismo; luego tuvo éxito. Nunca hemos sabido, y creo que ellos tampoco saben del todo, si son una marca blanca del PP o son una opción distinta, como la UCD respecto a Alianza Popular. Todos los partidos, como los seres humanos, tardan mucho en redondearse. Disponemos de datos suficientes como para decir que tiene un líder, que es un chico muy valioso y ha jugado un papel muy interesante. Durante un momento determinado, la sociedad les ha saludado como a la gente que venía a hacer el puente que tanto se reclamaba. Y un día de pronto se le ha reprochado que era mucho puente, y en el fondo es que la gente nunca se ha fiado de si eran o no una especie de marca blanca del PP”.

-¿La corrupción política es indefectiblemente un mal endémico en este país?
“No. La corrupción existiría en cualquier país de la Tierra si no se practicaran los dos únicos elementos que se han inventado contra ella, que son la transparencia y la rendición de cuentas. Los países que no tienen o tienen menos corrupción no lo son porque estén compuestos con ciudadanos con una mayor tendencia a la santidad, sino porque hay mecanismos de control y mecanismos que obligan a pagar los pecados, no hay más. No es verdad que exista una especie de gen canalla en España. Si tú tienes un Tribunal de Cuentas que está constituido por los propios partidos políticos, ya me contarás… Tú obligas a que haya transparencia, a que exista una fiscalización exacta de cada cosa que pase… y se acabó. El problema, insisto, es que no tenemos los mecanismos que deberíamos. Y luego la sociedad tiene unas tragaderas…”.

Foto de FRAN PALLERO
Foto de FRAN PALLERO

-A eso voy… Esas prácticas no se castigan luego en las urnas…
“Cuando nos enfadamos con los políticos, dediquemos cinco minutos a pensar en por qué no nos enfadamos con nosotros. Como remedio rápido y eficaz contra la corrupción: si en todos los casos de corrupción, los nombres propios de los políticos que hemos sacado en los medios de comunicación se los hubiéramos sacado a los empresarios que les han pagado, habrían durado siete días estos señores. La corrupción es alguien que paga y alguien que cobra, al que cobra lo hemos mirado hasta en la sombra. Dediquemos 10 minutos a coger a un empresario corruptor y a seguirle durante 15 días como al político de turno, y sacarlo en los medios… a los cinco minutos sacarían bandera blanca, y se acabaría también mucha corrupción… Pero claro, hemos elegido mirar la corrupción desde el lado de la política, como si un político pudiera corromperse él solo. Se corrompe con la colaboración de alguien, el cual sin embargo ni sale en los periódicos…”.

-¿Y qué va pasar con Cataluña en este nuevo tiempo político?
“España tiene pendiente desde muchísimo tiempo una lectura de su estructura de Estado que no quiere acometer, pero tendrá que hacerlo. Si interpreta que lo que pasa en Cataluña es que Mas es tonto o que es muy malo, y no nota que hay un movimiento que te puede gustar o no, que te puede parecer bien o mal, pero que la política tiene que mirar a los ojos y que hay que detenerse a analizar, y que hay que trabajar, y hablar y estudiar… Bueno, los problemas no se prohíben. No puedes decir: este problema queda prohibido. Los problemas se afrontan, se resuelven, se ganan o se pierden, pero no se pueden declarar prohibidos. Hay un problema en Cataluña, muy importante que yo no sé cómo se puede resolver. Tampoco sabía cómo se podía resolver el problema de la Constitución en el año 77, se pusieron unos cuantos a trabajar y vieron cómo lo solucionaban. Es que no se han puesto a trabajar. Es un problema que va más allá de los propios independentistas, hay una desafección general y, para mi estupor, los partidos políticos españoles, los que más claman por la idea de la unidad del país, están observando como si no les importara mucho. Estoy decepcionado, creo que es el mayor fracaso de la política española con mucha diferencia y que eso solo debiera haber sido suficiente como para descalificar a un gobernante”.

-¿A qué político español en activo admira más, si es que admira a alguno?
“Admiro mucho a los políticos, de verdad. Creo que, además, las críticas que hacemos a los políticos no deberían en modo alguno nunca llevarnos a expresar desafección por la política, porque la política es la única herramienta que los ciudadanos tenemos para transformar la sociedad, por tanto, yo creo en ella… Pero admiro a muchos…”.

[su_pullquote align=”right”]Desde que empezó la democracia no he conocido un éxito igual que el de Podemos”[/su_pullquote]

-Si miramos para el otro lado del charco, por allí la cosa también está calentita en las presidenciales del imperio. ¿Cree que lo de Trump se desinflará, ganará Clinton?
“Parece que de todas las meteduras de pata y obscenidades gamberras de Trump la que definitivamente puede hundirle es la que se refiere a las mujeres… Mira que consiguió salir adelante con lo que creo que era un tiro en la boca que se dio, cuando ofendió a aquella familia musulmana de un héroe militar; sin embargo, se hundió y al poco tiempo se recuperó, hasta que llegó esto de las mujeres. Confío en que no recupere”.

-Usted siempre pone de ejemplo el clásico dilema del erizo de Schopenhauer para definir cómo deben ser los vínculos entre los políticos y los periodistas, algo así como que, al igual que ocurre con estos animales, pueden relacionarse con la habilidad de no herirse lo suficiente unos a otros. ¿Sigue esto en plena vigencia o ha cambiado en los últimos tiempos?
“El político tiene por misión velar y el periodista desvelar. Estamos condenados a vivir una relación difícil. Tenemos que estar lo suficientemente cerca para saber qué pasa y no tan cerca para que nos abduzcan como si fuéramos de su equipo. El juego de la distancia es muy difícil de manejar, pero yo creo que es capital, igual que en el matrimonio… Y nunca es fácil, y es más complicado en las comunidades más pequeñas. Es más difícil en Santa Cruz de Tenerife que en Nueva York, porque las presencias están más cerca, más encima…”.

-Cambiemos de tercio y miremos para la profesión. Usted continúa embarcado en proyectos, como el programa Cuando ya no esté. El mundo dentro de 25 años, que se emite en 0#, en Movistar Plus. ¿Cuál es el secreto para continuar en la brecha, en primera línea?
“No lo sé. Secreto no hay ninguno. Es una suerte, casualidad o qué se yo. Tengo 74 años y la gente que tiene diez años más está jubilada, lo que pasa es que tengo tanto que hacer y tanta actividad que es para mí una sorpresa y un privilegio. No es normal que esté haciendo un programa de televisión viajando por todo el mundo y que me ofrezcan cosas todos los días. Muchas veces lo he dicho: el trabajo siempre se tiene menos que el que se necesita o más que el que se puede”.

[su_pullquote]Lo que va a marcar un futuro ‘sorpasso’ de Podemos es si flota o no el PSOE”[/su_pullquote]

-¿Cómo ve los medios de comunicación en general y la prensa en particular en estos tiempos de incertidumbre que aún padecemos?
“Vivimos una época clamorosa. Hay un mundo que se ha caído, que se está cayendo, y hay otro que está naciendo. El mundo que se está cayendo no se ha terminado de caer y el que está naciendo, no ha terminado de nacer, y estamos en medio. Para la actividad empresarial, la que ha sostenido tradicionalmente nuestro negocio, las nuevas tecnologías han sido como un vendaval que ha pasado por encima, y están todas las organizaciones periodísticas del mundo tratando de ver cómo colocarse en el nuevo tiempo. En el camino se han cobrado millones de puestos de trabajo, contratos basura, salarios de miseria y ya veremos cómo va. Es evidente que todavía los grandes soportes estructurales de la información no han encontrado la alternativa. Las están buscando el New York Times, el Washington Post, el Frankfurter Allgemeine Zeitung, El País, El Mundo, el DIARIO DE AVISOS… Todo el mundo está tratando de colocarse”.

-En una profesión en la que manda más que nunca la inmediatez, asociada a Internet y al impacto de las redes sociales, con todo lo que ello implica para bien y para mal, y en la que la precariedad laboral es una constante, ¿estamos contando bien las cosas los periodistas hoy en día? Damos muchas cosas por sabidas…
“Se va a todo muy aprisa… Una de las mayores dificultades que tenemos es cómo se cuenta la complejidad. Sobre todo, cuando se pide que quepa en un tuit, en un flash de telediario de 50 segundos… Si yo te pido a ti que me cuentes la situación en Siria, te meto en el lío de tu vida, y si encima te digo que me lo cuentes en 50 segundos, pues te quieres morir. Ahora se vive una información muy fluida, viene un tuit y luego otro; como en la radio, ir contando con una frecuencia muy continuada. Es muy difícil contar hoy en día porque el mundo entero, la globalidad, ha colocado ante nosotros, juntas, todas las complejidades de la vida… Ha habido un bombardeo en Alepo…, pero como quieras contar un poco más lo que significa un bombardeo allí, ya te metes en un fárrago memorable. O escribes un libro sobre Alepo o estás pasando por la raspa de las cosas. Creo mucho en los ámbitos más reducidos de información. Yo he sido durante muchos años director de emisora local, dirigí Radio San Sebastián, Radio Sevilla. Y no porque esté aquí ahora, sino que es más fácil contar lo que tienes en un ámbito que tocas con la mano. Yo me acuerdo que cuando decía que llovía, y salía a la calle y me mojaba… Para seguir con la metáfora, cuando aludes a una información casi táctil, que está relacionada con el mundo en que te mueves y ves, tienes más a tu alcance el valor de la información; a medida que vas elevando el disparo, haces lecturas más panorámicas de las cosas. Creo que solo se puede contar bien la información del territorio próximo, lo otro se puede intentar ayudar a que se entienda. Para entender, necesitas que alguien te ayude a valorar y a contextualizar… Hay una manera de hacer una información útil, ayudando a hacer entendible la complejidad, pero no sueles ir más lejos; en cambio, en una información de proximidad tú sí puedes hacer un trabajo más directo”.

[su_note note_color=”#d0d3d5″ radius=”2″]“Soportar la presión, vosotros lo sabéis, yo no”
Hablar con Iñaki Gabilondo es como recibir una clase particular y acelerada de periodismo. A sus 74 años se confiesa un privilegiado y un tipo con suerte por seguir en primera línea y con tantos proyectos. “Tengo una salud muy sorprendente para la edad en la que estoy. Me siento agradecido, pero estoy realmente desbordado”, confiesa. Se sorprende -él que ha estado en mil batallas- hasta de que le llamen de las universidades para dar charlas. “Las aulas se llenan de chicos y chicas muy jóvenes. Les debe hacer ilusión hablar con un tío que asistió a la última glaciación”, bromea. Un tipo que respira credibilidad por los cuatro costados y que aboga por el periodismo de proximidad, el más cercano a la gente y a sus problemas. “Qué es soportar presión, vosotros lo sabéis, yo no. A mí nadie me ha dicho desde hace 30 años ni una puta palabra. Te imaginas a un ministro llamándome para decirme que no dé una noticia, pero si eso es imposible, te llama para hacerte la pelota, para seducirte, para volverte loco. Presión tiene el que hace el DIARIO DE AVISOS, esa es la verdad”.[/su_note]

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