El luchador más emblemático y mediático de la historia de UFC está de vacaciones en Tenerife. Conor McGregor descansa desde este lunes en un complejo hotelero del sur de la Isla después de su ajetreado final de campaña en un año donde ha hecho historia.
Y es que The Notorious se hizo con el cinturón de campeón del peso ligero de la mejor organización mundial de las artes marciales mixtas, uniéndolo al que había conseguido en la división del peso pluma y convirtiéndose en el primer deportista que ostentaba dos títulos de forma simultánea en dos divisiones diferentes.
Eddie Álvarez no fue rival para el irlandés, cayendo noqueado en el segundo asalto en el primer evento de la UFC celebrado en el Madison Square Garden. A partir de entonces ha habido mil especulaciones acerca del futuro de McGregor.
Sus posibilidades de seguir haciendo historia y, de paso, seguir haciendo caja, son notables e innumerables. The Notorious podría buscar un nuevo cinturón en un peso diferente retando a Tyrone Woodley, vigente campeón dentro de la división de los wélters.
También se ha hablado de cerrar definitivamente su particular duelo con Nate Díaz en una pelea que sería la trilogía. La primera fue para el de Stockton por sumisión, la segunda para el irlandés por decisión ajustada, la tercera sería multitudinaria y millonaria y quizá también sería lo que más le interesa al jefe Dana White en estos momentos. Luego está el reto de conceder la revancha a José Aldo, campeón del peso pluma después de que UFC despojara a McGregor del título de esa división para dárselo al campeón interino, Aldo, al que McGregor noqueó en un visto y no visto. La maniobra de la organización se ha interpretado como un pulso para obligar a McGregor a hacer esa revancha.
“Quiero pedir perdón a… absolutamente nadie”
Con esa ya más que famosa frase adornó Conor McGregor el vídeo que colgó en su cuenta de Instagram dentro de la habitación del hotel en el que se hospeda en Tenerife. El deportista irlandés se trajo a la Isla sus dos cinturones de campeón de la UFC en un vuelo de la compañía de aviones Jetsmarter. Acompañado de unos amigos, McGregor, que espera su primer hijo, se tomará un descanso hasta que su esposa dé a luz antes de decidir cuál será su siguiente reto. El duelo con Mayweather es un deseo imposible.
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