La solidaridad del cabello ‘prestado’ para enfermos de cáncer

La Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama de Tenerife (Ámate) recibe cada día 15 trenzas de cabello donado con el fin de que, con ello, se elaboren pelucas para enfermos sin recursos económicos

La Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama de Tenerife (Ámate), en coordinación con la Asociación Española de Estética Oncológica y el instituto de Las Indias, ha puesto en marcha un proyecto con el fin de ayudar a todas aquellas personas sin recursos que están atravesando las secuelas de esta enfermedad. Se trata de la donación de pelo para la elaboración de pelucas y postizos, artículos que son entregados a todos aquellos pacientes que, por su situación económica, no pueden hacer frente a su adquisición.

La iniciativa genera una cadena de solidaridad en la que participan varios agentes. Por un lado, todas aquellas personas que, independientemente de su edad, quieren hacer entrega de su cabello, el personal de la asociación que recoge el pelo y luego entrega las pelucas, y el instituto que lleva a cabo la elaboración de los postizos. Se trata, por tanto, de la unión de diversos colectivos que tiene como fin común ayudar a que personas que están sufriendo cáncer puedan encontrarse un poco mejor.

La acogida ha sido enorme. De hecho, se calcula que, como media, en Tenerife Ámate recibe unas 15 trenzas (el pelo debe entregarse trenzado y atado por las extremos). Así lo cuenta a DIARIO DE AVISOS Virginia López, responsable del área de Estética de Ámate y de la Asociación de Estética Oncológica. López señala que estos colectivos ayudan a los enfermos a cuidarse. Aspectos como la piel, las manos o el pelo, son algunos de los elementos en los que se enfoca el asesoramiento y la atención.

El pelo, en particular, centra estos cuidados, ya que los tratamientos de quimioterapia provocan la caída del cabello, las cejas y las pestañas, por lo que los especialistas recomiendan el corte del pelo antes de que este empiece a caer. Para ello, hay diversos centros de estética y peluquerías que asesoran y llevan a cabo el corte de forma gratuita. Una vez que esto sucede, desde Ámate se presta también asesoramiento para la utilización de postizos y de pañuelos.

Precisamente, en esta fase es donde entra en acción el servicio de donación de pelo, ya que la idea es que se disponga de materiales para ayudar a todos aquellos enfermos que no puedan afrontar la compra de pelucas y otros elementos. “Nosotros recibimos en distintos puntos de la Isla las trenzas, las clasificamos en cajas y, en pocos días, las llevamos al instituto para que se trabajen”, añade. Así, puntualiza que se calcula que en un año con las donaciones se puedan elaborar unas 15 pelucas y postizos. Una vez que se dispone de estas piezas, desde este colectivo se entregan a personas sin recursos y, además, los centros colaboradores llevan a cabo su mantenimiento de forma gratuita. Las personas interesadas en participar deben entregar su cabello, que tiene que medir más de 20 centímetros, trenzado y atado en los extremos con un elástico. Da igual si se trata de pelo teñido, pero es indispensable que no esté mojado.

Durante la visita de DIARIO DE AVISOS a la sede de Ámate, pudimos conocer a Nieves González, una de esas personas que se cortaron la melena para entregarla a una buena causa. “Llevaba 25 años con el pelo largo, pero tengo amigos que han padecido la enfermedad, y cuando me enteré que se podía donar quise cortarme el pelo y entregarlo”, explica. “Como no puedo dar dinero, dono mi pelo”, añade, mientras le cede a una trabajadora de Ámate su trenza de 45 centímetros, una de las más largas que se han recibido en la asociación. Nieves confiesa que tiene la intención de volver a dejar su melena larga, aunque le quita importancia a su acto. “El pelo crece, el único problema es que ahora casi ni me reconocen mis amigos”, afirma sonriendo.

Junto a Nieves, otras personas llevan a cabo esta donación; personas con familiares o amigos enfermos, que conocen de cerca el cáncer, o, simplemente, quienes quieran ayudar. La edad tampoco ha sido un impedimento. De hecho, se han registrado casos de niñas -una de ellas de ocho años- que han llevado hasta la sede su trenza.

Elaboración

Aunque el instituto Las Indias llevaba tiempo colaborando con la Asociación de Cáncer de Mama, no dudaron en seguir ayudando cuando surgió el proyecto de elaboración de las pelucas. Las decenas de mechones de pelo que se reciben son trasladadas desde la sede de Ámate hasta el centro educativo, ya que son los alumnos quienes se encargan de convertir ese pelo en las pelucas y los postizos que más tarde se donarán. La profesora responsable del módulo que lleva a cabo estas tareas, María Monzón, detalla que este año son 19 los alumnos que conforman el grupo y precisa que, además, están muy contentos de poder colaborar con su formación y muy motivados para realizar sus labores. Se calcula que para cada peluca se necesitan unos cuatro mechones y mucha paciencia, porque se trabaja pelo a pelo. Los estudiantes deben seleccionar el cabello, tratarlo adecuadamente y separarlo para luego preparar sus postizos solidarios.

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