Bengoa, exasesor de Obama: “Trump es una pesadilla para la ciencia”

Experto en gestión sanitaria, el médico Rafael Bengoa fue consejero de Sanidad del Gobierno vasco y asesor del expresidente de Estados Unidos Barack Obama en su reforma en esta materia
Rafael Bengoa, experto en gestión sanitaria y antiguo asesor del expresidente de EE.UU. Barack Obama
Rafael Bengoa, experto en gestión sanitaria y antiguo asesor del expresidente de EE.UU. Barack Obama
Rafael Bengoa, experto en gestión sanitaria y antiguo asesor del expresidente de EE.UU. Barack Obama

Experto en gestión sanitaria, el médico Rafael Bengoa fue consejero de Sanidad del Gobierno vasco y asesor del expresidente de Estados Unidos Barack Obama en su reforma en esta materia. Bengoa imparte hoy, a las diez de la mañana, en la Escuela de Enfermería de La Candelaria, una conferencia, organizada por la Cátedra de Enfermería de la Universidad de La Laguna, para dar a conocer su postura y su apuesta por el cambio del actual modelo. En su visita a la Isla, este experto concedió una entrevista a DIARIO DE AVISOS, en la que aboga por implantar una clara reforma en el sistema sanitario. Además, muestra su preocupación por los posibles efectos en la sanidad tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.

-Por lo que conoce el sistema de salud canario, ¿qué cree que debería cambiarse?
“Tiene que cambiar lo mismo que en en otras partes del país: estamos muy focalizados en una gestión de las enfermedades agudas y no en una gestión de las enfermedades crónicas. La mayor parte del problema que tenemos encima son dolencias crónicas, como diabetes, cardiacas, respiratorias o de salud mental. El modelo se construyó en el siglo pasado y está más orientado a episodios agudos, como una apendicitis o un ataque cardiaco, por ejemplo. No sirve el modelo que tenemos para la carga de enfermedad que hay ahora. Lo que hay que hacer aquí, como en otros sitios del mundo occidental, es complementar el sistema de agudos con un modelo de crónicos”.

-Usted aboga por atender más al enfermo en su casa y menos en el hospital. ¿Cómo se logra esto?
“El domicilio se va a convertir en el centro de cuidados porque nos lo permiten dos movimientos. El tecnológico nos va a permitir controlar a muchos enfermos en domicilio a través de distintos gadgets, que mandarán la información. El segundo movimiento es que la enfermería va a estar haciendo el seguimiento de aquellos que veamos que, en esa detección tecnológica, hayan tenido problemas. La suma de ese control no presencial y tecnológico nos permite asegurar que no se complica un paciente y hace que el sistema, poco a poco, sea más eficiente y más barato, porque se ha evitado que a esas personas se les complique su enfermedad y vayan a los hospitales, que son las partes más caras del sistema. Es mejor para el paciente y mejor para la economía del sistema”.

-Pero para eso hace falta más inversión…
“Es cierto. Hace falta cierta inversión, en el control domiciliario, pero se puede empezar poco a poco. Se puede comenzar por una enfermedad, y a ese grupo de la población controlarlo, y poco a poco, en función del presupuesto, ir añadiendo más patologías. Tenemos que ir aprendiendo cómo se hace esta medicina en lugar de la reactiva que tenemos hoy”.

-¿Teme que la sanidad tienda a la privatización?
“Hay dos movimientos. Uno que es una privatización pasiva, que es aquella que tiende a que la Administración deje correr las cosas y, poco a poco, permita que la privada vaya ocupando un espacio y haga servicios que podrían hacerse en la pública. Es pasiva porque no es una estrategia, pero se va dejando ocupar espacios. El otro movimiento, que ya no se ve en el país, es la activa. Es cuando hay una clara estrategia de privatizar servicios y animar a que haya seguros privados. Esto no se da en España, pero no es imposible que aparezca en los próximos años”.

-¿Está poco financiada la sanidad en España?
“Sí, está poco financiada; en España esta infrafinanciada en la sanidad, pero solo dándole más dinero no arreglamos los problemas de crónicos, prevención, etc. La infrafinanciación hace que estemos continuamente en una lógica de contención del gasto, que no nos está llevando a ningún sitio bueno. Creo que es evidente que aquí y en otros países es necesario poner más dinero a la sanidad y los servicios sociales, pero sabiendo que ese nuevo dinero no tiene que ir a financiar lo mismo, sino a otros asuntos e ir transformando el modelo para que pueda gestionar mejor a los enfermos crónicos, hacer más prevención y atención a domicilio. Si el dinero se mete en el mismo modelo no cambia nada”.

-¿Está la atención primaria infrautilizada?
“No, porque está sobrecargada en España, pero sí esta infravalorada. El modelo de la mayor parte de las administraciones públicas es seguir dando más servicios por la vía hospitalaria que reforzar la atención primaria, y hay que hacer lo contrario, porque las enfermedades crónicas se controlan más en casa y en atención primaria que en los hospitales”.

-Usted fue asesor de Obama en su reforma sanitaria. ¿Cómo cree que va a afectar la llegada del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump?
“El nuevo presidente es una pesadilla en Estados Unidos. Es una persona que ya nos está enseñando que en todas las decisiones que está tomando no lo hace con información y evidencia, sino bajo una lente ideológica y con un nivel de impaciencia que no permite poner alternativas encima de la mesa. Está empezando a verse que su propio partido no sabe cómo reemplazar la ley sanitaria que ha dicho que había que sustituir. Ahora, el Partido Republicano dice que hay que reparar y no reemplazar. No va a poder afectar todo lo que él quisiera, pero va a haber personas que van a estar sin cobertura sanitaria y serán las más vulnerables del sistema. Habrá familias que entrarán en bancarrota por facturas sanitarias. Por eso son mejores los modelos de Europa y España de cobertura pública”.

-¿El sistema de vacunas de EE.UU. también corre peligro con la llegada de Trump?
“Trump es una persona no científica y creo que va a entrar en conflicto con la ciencia americana, que es la más poderosa de la tierra. Una de las peleas será, en efecto, la de las vacunas. Ha nombrado como responsable a un antivacunas feroz, que sigue diciendo, algo que ya se ha demostrado que no es verdad, que es que las vacunas crean autismo. Es posible que tenga efecto en Europa, porque habrá señales desde EE.UU. de que las vacunas no son necesarias”.

-¿Esa tendencia puede favorecer que aparezcan enfermedades erradicadas que afecten a otros países?
“Pienso que va a afectar sobre todo a los colegios americanos, porque va a haber unos niños vacunados y otros no, si es que dura mucho el presidente. Es probable que vuelvan a aparecer algunas enfermedades, como la tosferina o el sarampión, de una forma más fuerte que en Europa. Pero no creo que, en primera instancia, vaya a afectar a Europa”.

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