Angela Merkel repone fuerzas en La Gomera con el mundo en un puño

La canciller de Alemania respira tranquila durante su semana de descanso antes de afrontar con renovada energía los mayores retos en los sesenta años de historia de lo que hoy es la Unión Europea
La canciller de Alemania, Angela Merkel, medita en La Gomera para afrontar los grandes retos de Europa. En la foto, durante un acto del Partido Popular Europeo. / REUTERS
La canciller de Alemania, Angela Merkel, medita en La Gomera para afrontar los grandes retos de Europa. En la foto, durante un acto del Partido Popular Europeo. / REUTERS

Mientras la Unión Europea contiene el aliento, Angela Merkel respira tranquila en La Gomera. En su quinta visita a esta isla canaria como canciller de Alemania, aparte de los viajes de juventud, la mujer más poderosa de los Veintiocho (menos uno) repone fuerzas para afrontar con renovada energía los mayores retos en los sesenta años de la hoy UE, con un mundo que gira como la bola de colores que colgaba del techo de discotecas vanguardistas que ahora parecen sacadas del álbum de fotos de cuando Donald Trump usaba pantalones de tubo y llevaba pelo de roquero. Ya en la presidencia de Estados Unidos, sus locuras retumban en la cabeza de Merkel. Con el botón nuclear al alcance de la temblorosa mano Kim Jong-un y de la cáustica mirada de Trump, los encantos naturales y ambientales de La Gomera calman la ansiedad.

Contra viento y sin mareos, Merkel descansa con un hemisferio cerebral en el Parque Nacional de Garajonay y el otro en la Bundeskanzleramt (sede del Gobierno federal). La actualidad semanal comienza con el anuncio de Theresa May de un adelanto electoral en el Reino Unido, al 8 de junio, y concluirá con la primera vuelta de las presidenciales de Francia, donde Emmanuel Macron desafía el antieuropeísmo de la nacionalista Marine Le Pen y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon. En Berlín esperan que los comicios británicos aporten “claridad” y “rendición de cuentas” a las negociaciones para una salida de la casa común cuyos preparativos están siendo traumáticos. El efecto contagio del sarampión populista y la fiebre ombliguista es uno de factores que decidirán la suerte de Angela Merkel con vistas a la cita del 24 de septiembre. La líder democristiana (CDU-CSU) optará al cargo por cuarta vez consecutiva. En esta ocasión, a la amenaza de la extrema derecha se añade el revulsivo socialdemócrata: Martin Schulz (SPD), expresidente del Parlamento Europeo. La repetición de la gran coalición no está asegurada. Durante la crisis de los refugiados, Merkel fue el blanco de las críticas incluso de sus socios bávaros. La acusaron de provocar una avalancha tras abrir las fronteras en 2015 para acoger a cientos de miles de demandantes de asilo. Las reacciones a las sospechas de fraude en el referéndum hacen peligrar el acuerdo con la Turquía de Recep Tayyip Erdogan. Además, la promesa de reinstaurar la pena capital echa por tierra la candidatura a entrar en la UE.

En un perfil de Christina Ruta (Deutsche Welle), disciplina, objetividad, moderación y sensatez definen la personalidad de Angela Dorothea Kasner. Creció en un hogar de Brandeburgo (en el Este) y se convirtió en embajadora turística de La Gomera.

Paisaje,  caminatas y potaje de berros

En La Gomera están que se suben por las palmeras de contentos. La promoción que hace Angela Merkel no tiene precio. A su discreto anfitrión, el presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo, le consta que ella se encuentra cómoda. Disfruta del paisaje, de las caminatas, las excursiones marítimas y del potaje de berros.

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