El domingo 10 de abril de 1977 las portadas de la prensa en España llevaban una noticia en grandes titulares: “El Partido Comunista, legalizado”. Fue un momento decisivo en la transición a la democracia, porque se trataba de la organización política que más había perseguido la dictadura, y la que a su vez más había intentado socavar al largo régimen franquista. Santiago Carrillo, secretario general del PCE, declaró ese día que se trataba de un acto que daba “credibilidad y fortaleza al proceso hacia la democracia” .
De aquel hecho histórico fue testigo, y también protagonista, un canario, José Carlos Mauricio, por esa época uno de los dirigentes nacionales del PCE, y secretario general del Partido Comunista de Canarias. Entrevistado el pasado año por Carmelo Rivero en DIARIO DE AVISOS, ofreció un testimonio de gran valor sobre cómo se llegó a aquella regularización, pues va “en contra de la versión oficial”: “Quien legalizó al PCE fue, en realidad, el propio rey [Juan Carlos]. Lo sé muy bien. Suárez le pidió que hablara con Carrillo. Y el rey se reunió con Carrillo siete horas, desde las diez de la noche hasta las cinco de la mañana, y después le dijo a Suárez: ‘Adelante, aceptan la Monarquía y la bandera”.
Mauricio, que luego cofundaría ICAN, partido que posteriormente se integraría en CC, estuvo al lado de Carrillo en la recordada rueda de prensa que ofreció el PCE tras su legalización. “Yo fui muy activo en el Partido Comunista en España y en Europa entre el 65 y el 77; esa foto fue la que dio origen a la leyenda de que yo era el sucesor, declaró en la entrevista con este periódico, hace un año.
El político grancanario llegaría a ser luego, con CC, diputado regional y nacional -ocupando la portavocía en las Cortes- y consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Canarias. Preguntado si dejó el comunismo escaldado, respondió a Carmelo Rivero: “No, porque fui a la Unión Soviética en el 72, cuando Breznev, y vi el desastre. El PCE no era un partido, sino el partido y había gente que hoy es del PSOE”. Cuarenta años después, el actual secretario general del PCE es José Luis Centella, quien, en declaraciones a Europa Press, ha subrayado que el partido fue legalizado “por méritos propios”. Asegura además que no piensan disolverse ni en Izquierda Unida (IU) ni en Unidos Podemos y que el PCE continuará “activo” en las instituciones y en la calle porque no se resigna a convertirse en “una pieza de museo”, sino a tener “más futuro que pasado”.
Fue un Sábado Santo de 1977 cuando el Gobierno de Adolfo Suárez anunció la legalización del PCE. Se estrenó en las urnas en junio de 1977 y cosechó 1.709.890 votos y 20 diputados para la legislatura Constituyente, entre ellos el poeta gaditano Rafael Alberti y la activista Dolores Ibarruri, La Pasionaria.
Casi una década después, en 1986, el PCE fue el socio principal de IU, un movimiento más amplio que surgió para defender el No a la OTAN en el referéndum de ese año, y en 2016 esa coalición, ya liderada por Alberto Garzón, se alía con Podemos para presentarse juntos a las elecciones de 2016 bajo la etiqueta Unidos Podemos.
“No está en el imaginario la disolución del PCE; lo que hay es una gran posibilidad de enriquecernos mutuamente”, defiende Centella, quien admite que el Partido Comunista se siente integrado y cómodo en IU y en el grupo confederal de Unidos Podemos en las Cortes, con el que aspira a ‘reconstruir’ la izquierda desde la más amplia unidad”. El PCE renovará su dirección en la segunda fase del congreso que celebrará en noviembre próximo, coincidiendo con el centenario de la revolución soviética.
DIARIO DE AVISOS reflejó un hecho decisivo en la Transición
La portada de DIARIO DE AVISOS hace hoy justo cuarenta años reflejó la noticia histórica de que el Partido Comunista de España había sido legalizado “con el número 125 en el Registro de Asociaciones Políticas del Ministerio de Gobernación”. Informaba este periódico entonces de que “en Santa Cruz de Tenerife un grupo de unas 200 personas se congregó en la Rambla de Pulido, cerca de la plaza de la Paz” y que “de manera pacífica comentaron los pormenores de la legalización”, portando “una gran bandera roja”.
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