Cáritas revela la existencia de más de medio centenar de personas sin hogar en La Palma

Cáritas ha visibilizado una problemática que hasta ahora no se había identificado en la isla de La Palma: las personas sin hogar. Más de medio centenar de personas sin techo viven en la Isla y han sido atendidos por esta entidad con un programa específico que puso en marcha a finales del año pasado al detectar un notable incremento de estos casos en sus grupos parroquiales.

Una profesional ha estado trabajando en coordinación con los ayuntamientos estos últimos seis meses y ayer se presentó una fotografía de este colectivo, que abarca a un total de 54 personas, aunque no descartan que existan más casos, como señaló el responsable de Intervención Social de Cáritas, José Antonio Díaz.

Una situación que se da en la totalidad de los municipios. El 69% son hombres y el 31% restante, mujeres. De ellos, el 71% son españoles, de los que el 41% son de La Palma. De los extranjeros, que representan el 28%, muchos de ellos llevan largo tiempo viviendo en el país e, incluso, en la isla.

La labor de Cáritas con este colectivo ha consistido en promover su empadronamiento, con la colaboración de muchos ayuntamientos que han facilitado este proceso, para que tuvieran acceso a cobertura sanitaria, ayudas sociales y el acompañamiento de los servicios sociales. También, en colaboración con el Servicio Canario de Salud, han facilitado facultativos de referencia para estas personas en exclusión social severa.

Mientras tanto, la pobreza sigue creciendo en La Palma, según el informe de Cáritas de 2016, en el que recogen que atendieron a 493 familias y 1.374 personas, lo que supone un incremento con respecto al añoanterior de 135 personas y 128 familias. El director de Cáritas, Leonardo Ruiz , aseguró que las cifras que arroja el estudio son “muy preocupantes”.

Jorge Concepción, delegado de Cáritas en Los Llanos de Aridane, detalló que están atendido las necesidades básicas de los usuarios, cuyo perfil en La Palma es de una mujer de mediana edad, con formación media e hijos menores a su cargo, en alimentación, productos de higiene, pago de alquileres, recibos de luz, dentistas, etc. “La labor de asistencia que hacemos es la que la persona pueda elegir en condiciones de dignidad y de igualdad”, explicó.