“Jugar con España en Tenerife es un sueño que voy a lograr cumplir”

El santacrucero Campus de Sergio Rodríguez es cada mañana un hervidero de 200 niños y niñas. El jugador tinerfeño y algunos de sus mejores amigos trabajan codo con codo para hacer posible la actividad a la que el propio Sergio le habría gustado ir de pequeño. “Me encanta jugar a baloncesto”, asegura. Y ese es su secreto.
El tinerfeño tiene como objetivo seguir jugando en la NBA la próxima temporada| ANDRÉS GUTIÉRREZ
El tinerfeño tiene como objetivo seguir jugando en la NBA la próxima temporada| ANDRÉS GUTIÉRREZ
El tinerfeño tiene como objetivo seguir jugando en la NBA la próxima temporada| ANDRÉS GUTIÉRREZ

-Cuando presentó el campus aseguró que era muy especial…
“Durante cuatro años lo hice, tres en Tenerife y uno en Las Palmas, porque era algo que me gustaba mucho. Con el Real Madrid las vacaciones eran muy limitadas y, para no aprovecharlo bien y no involucrarme, preferí no hacerlo. Una vez he vuelto a la NBA tengo tiempo para organizarlo y hacerlo con amigos, porque muchos de los monitores son muy amigos míos. Me gusta porque puedes ver a la cantera, ver a personas en cuya posición has estado no solo como jugador”.

– Está presente y en contacto con los pequeños cada día, que no es algo muy habitual…
“Depende de cada uno. En los campus a los que he ido y que conozco suele haber gente muy involucrada. Lo que es importante es que la persona que lo haga tenga ganas y se rodee de la gente con la que más cómodo esté. Para mí no tendría sentido hacer un campus con mis amigos, en Tenerife y en Santa Cruz, sin estar yo”.

– En redes sociales han aparecido varias cartas entregadas a los participantes hablando de la necesidad de entender el baloncesto como un juego, sin presiones familiares…
“La idea fue de Veronica Meseguer, concejala de Deporte, y me pareció buena. Es un granito de arena, pero en ese aspecto hay mucho por hacer. Debemos de tener claro que los niños nunca tienen la culpa de hacer las cosas mal o bien, los mayores debemos ayudarles y guiarles para que asimilen los conceptos y sepan focalizar lo que tienen que hacer y como se tienen que comportar. Nada más”.

– Usted fue un niño que salió de la Isla para crecer deportivamente con solo 14 años: ¿cómo recuerda aquella experiencia?
“Con mucha felicidad. Los años que jugué aquí fueron maravillosos por poder estar en aquel Unelco. Nos llevábamos todos bien y éramos muy buenos amigos; una maravilla. Muchos de ellos están ahora en este campus. Poder competir, ganar campeonatos de Canarias y jugar con la selección, que fue lo que me llevó al Siglo XXI de Bilbao, fue algo muy bonito”.

– ¿Le costó adaptarse a una vida distinta y tan lejos de la Isla?
“Costó porque echaba de menos a mis padres, mi hermano y mis amigos. Eso fue lo más difícil pero, al final, lo que más me gusta hacer a mí es jugar a baloncesto y las condicones que se daban allí eran perfectas. Entrenábamos mucho, el instituto donde estudiaba estaba muy cerca y estaban muy pendientes del deporte y los estudios”.

– A partir de esa experiencia: ¿qué le diría a los niños y niñas que juegan a baloncesto?
“Que se diviertan, porque cuando eres adulto esto se convierte en un trabajo. La esencia del deporte es que es un juego y como tal los niños deben de pasárselo bien practicándolo. Después de eso se podrá trabajar para mejorar aspectos y ser más disciplinados, pero el baloncesto tiene que ser divertido”.

– Ese adulto llegó a la NBA con 21 años y regresó con 30: ¿había cambiado mucho todo nueve años después?
“Muchísimo, pero ambos: la NBA y yo. Por mi parte, regresé con una familia ya formada, que siempre es distinto. La NBA de ahora es un mercado más global, influenciado por las redes sociales, que ocupan un lugar muy importante. Algunos aspectos estadísticos tampoco eran antes tan decisivos como ahora o el tiro de tres puntos, que ha ganado muchísima importancia en el juego”.

– Llegaba de un equipo ganador como el Real Madrid y fue a parar a Philadelphia, que ni siquiera entró en play-offs: ¿cuesta cambiar ese chip?
“Sí, pero más que por ganar o perder porque en el Madrid ya teníamos una estructura con los mismos compañeros y entrenadores, como pasa con la selección española. Aún así, me ha gustado muchísimo poder desenvolverme en un ambiente que no era el mío; ha sido una experiencia deportiva y vital muy importante. Además, la oferta que me realizaron, por el entrenador, el general manager y la cuantía económica, era irrechazable”.

– De la próxima temporada solo sabe que quiere seguir alli…
“A partir del sábado comenzará a moverse todo. Hay incertidumbre, claro, pero debes entenderlo, no te puedes desesperar. Te gustaría saber ya dónde vas a ir la próxima temporada, pero como no lo puedes controlar…”.

– Otra vez con la selección y, en esta ocasión, más especial aún jugando dos amistosos en Tenerife…
“Será muy especial. No solo por jugar en el Santiago Martín y con España, sino que podrá venir mi familia y también mis amigos. Jugar con la selección a diez minutos de mi casa es un sueño que tienes desde pequeño y que no sabes si se cumplirá o no. Competir en La Hamburguesa para mí, que he crecido yendo allí y en donde he visto campeonatos de Canarias y de Europa, y que además sea delante de mi gente me hace muchísima ilusión. Para mí jugar con España siempre es un éxito y un orgullo enorme, más aún con esta plantilla y este cuerpo técnico. Este verano he descansado más, por lo que me genera una ilusión aún mayor”.

– Ha felicitado al CB Canarias en muchas ocasiones este año…
“Porque lo ha hecho genial. Se habló mucho de si no podrían compaginar dos competiciones, más jugando en Europa y viajando desde Tenerife, y solo hay que ver el resultado”.

– Y ha sufrido mucho con el CD Tenerife de su amigo Dani Hernández…
“Si a principio de temporada nos dicen que vamos a llegar al último partido de liga jugándonos el ascenso todos lo habríamos firmado. Perder da rabia. Yo he estado en la situación de perder finales y estoy seguro de que eso les hará más fuertes. Los días posteriores son bastante jodidos, pero volverán”.

TE PUEDE INTERESAR