El Cabildo de La Palma no tiene previsto recibir la carretera del Norte hasta que no se subsanen los problemas que sufre la vía, que fue objeto de una reforma entre los municipios de San Andrés y Sauces y Barlovento, con un resultado que dejó bastante que desear en algunos tramos donde continúan produciéndose derrumbes.
Mientras tanto, el Gobierno de Canarias le ha trasladado a la Corporación insular un documento en el que le informa de la obligatoriedad legal que tiene la institución palmera de recibir la obra, una vez que la carretera se ha puesto en uso al concluir los trabajos, que finalizaron a mediados del pasado año.
“Nosotros no tenemos previsto recibir la obra hasta que no se subsanen los problemas que padece”, señaló el consejero insular de Infraestructuras, Jorge González. Ante la reclamación cursada por el Ejecutivo canario, indicó que los servicios jurídicos de la institución palmera estudiarán si el Cabildo tiene o no esa obligatoriedad.
El responsable de carreteras de la Corporación indicó que hay muchas tareas pendientes de realizar en materia de taludes y seguridad vial en este tramo de la vía del norte. En este sentido, recordó que el área de Infraestructuras realizó un informe “minucioso” en el que se detallaban los problemas que presentaba la carretera.
Uno de los puntos críticos es el barranco de La Herradura, donde se encuentra el límite entre los municipios de Barlovento y San Andrés y Sauces. Los derrumbes de piedra y tierra sobre la vía son constantes, lo que obliga a los conductores en muchas ocasiones tengan que invadir el carril contrario de circulación.
Lo cierto es que una década después de iniciadas estas obras, que comenzaron el 10 de agosto de 2007, todavía siguen marcadas por la polémica, al igual que sucedió durante buena parte de su ejecución. Un proyecto que estaba previsto que se ejecutara entre los municipios de San Andrés y Sauces y Garafía, hasta el núcleo de Cruz Castillo, lo cierto es que ni siquiera alcanzó a cubrir la totalidad del tramo de Barlovento.
Al retraso en el tiempo de ejecución, terminando la obra seis años después del plazo previsto inicialmente de ejecución, que estaba fijado para 2010, hubo que sumarle el incremento sobre el coste por el que fue adjudicada, 32,4 millones de euros, alcanzando una inversión final por encima de los 50 millones de euros.
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