microalgas en canarias

La vergüenza que no se puede ocultar: Canarias rodeada de vertidos

Solo en Tenerife se arrojan diariamente al mar 57 millones de litros de aguas sin tratar; Europa amenaza con duras sanciones por el descontrol de la contaminación y el Gobierno regional aún no ha publicado el nuevo censo de punto negros

La floración de microalgas (cianobacterias) sin precedentes en las islas occidentales durante este verano ha sido relacionada por miles de canarios con los vertidos de aguas residuales al océano, aunque el Gobierno autonómico, y los científicos que lo asesoran, tratan de disuadir a la opinión pública de que haya siquiera una remota relación entre ambos fenómenos.

Sin embargo, tanto si tienen o no algún tipo de vinculación e independientemente de que -salvo excepciones- las playas canarias estén aptas para el baño siempre que no tengan estas manchas de cianobacterias, lo cierto es que se ha despertado una inusitada conciencia de que Canarias no puede continuar arrojando al mar la mayoría de sus aguas residuales sin el tratamiento al que obligan las leyes españolas y europeas.

El último censo oficial de vertidos lo encargó el Gobierno canario en 2006, los datos se recabaron en 2007 y el listado se conoció en 2008. Es decir, que ha pasado más de una década sin actualizarse a pesar de sus escandalosos resultados: el 74% de los puntos de vertido descubiertos entonces eran ilegales. En términos absolutos se encontraron 378 conducciones al mar sin autorización. Solo el 20%, es decir, 107 puntos de vertido, tenían las autorizaciones administrativas pertinentes.

En Tenerife había 120 conducciones al mar por donde se arrojan vertidos de forma ilegal, de un total de 170 inventariadas. Eso supone tirar al océano solo en esta isla cada día 57 millones de litros de aguas negras sin la depuración exigida por la normativa, según los cálculos de Sí se puede, Podemos e Izquierda Unida Canaria.

A finales de octubre o principios de noviembre la Consejería de Sostenibilidad del Gobierno canario hará público el nuevo censo, según anunció días pasados la viceconsejera de Medio Ambiente, Blanca Pérez, quien aportó el dato de que hay en tramitación 91 solicitudes de autorización de vertidos. La elaboración del nuevo censo se adjudicó por concurso público a la empresa Civilport Ingenieros, S.L.P. por 57.749 euros.

Si se comparan los datos de 2001 y 2003 y su actualización entre los años 2006 y 2008, se observa un “aumento considerable” de vertidos de origen urbano (45%), una “leve disminución” de los vertidos industriales y un “leve aumento” de los de salmuera.

Del análisis de la información obtenida hace una década, se concluyó que en todas las islas, excepto en El Hierro y Lanzarote, los vertidos más abundantes eran los de carácter residual urbano. El segundo tipo de vertido en importancia es distinto en cada una de las provincias: en las islas orientales son los de salmuera, mientras que en las occidentales, los debidos al agua de escorrentía. Resultó “significativo” el reducido número de vertidos con carácter industrial que se produce en ambas provincias.

El sistema de evacuación de vertidos dominante era la conducción de desagüe, que representaba el 51% del total.

El vertido directo constituye la segunda forma en abundancia, con el 30,9% del total. El emisario submarino representa casi un 10% del total, con 51 conducciones de este tipo.

Así las cosas, Canarias es una de las regiones cuyos incumplimientos de las directivas sobre esta materia llevaron a la Comisión Europea a denunciar a España ante el Tribunal de Justicia Europeo para que le imponga una multimillonaria sanción. Según anunció el Ejecutivo comunitario a mediados de noviembre del pasado año, proponía multar a España con 46,5 millones de euros y una multa diaria de 171.217 euros si no se logra el pleno cumplimiento en la fecha en que el alto tribunal europeo dicte su segunda resolución. La falta o insuficiencia de depuradoras es tal que las irregularidades en los derrames al mar son clamorosas a poco que se indague. Hay abierta una causa penal con varios acusados por las aguas fecales vertidas en el muelle de La Hondura de Santa Cruz de Tenerife. Y otra causa penal por los vertidos del polígono industrial del Valle de Güímar, para cuya regularización el juez ha dado un plazo conminativo. Solo en el suelo que pertenece a Arafo 64 empresas vierten indebidamente.

Con datos divulgados por el Gobierno canario a fines de 2016, la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural (Apmun) había impuesto entonces 60 multas en cinco años por vertidos ilegales al mar, la mayoría de menos de 3.000 euros. Con tal panorama, no es de extrañar que la opinión pública relacione las manchas de microalgas Trichodemium erythraeum con tan insana manera de desprenderse de la basura líquida en Canarias. Tal vínculo solo lo podrán demostrar o desmentir los científicos, pero la creencia social en esa hipótesis no es más que la constatación de que todo el mundo sabe que el mar ha sido tratado como un vertedero. La vergüenza del paraíso turístico.

Mapa de vertidos

El mapa de los vertidos de aguas residuales en Canarias es escalofriante. Los puntos negros de nuestra costa están en el punto de mira de la Unión Europea desde hace tiempo, sin que las autoridades canarias, competentes en la materia, hayan hecho nada al respecto. Detrás de la controversia de las microalgas subyace este, el verdadero problema que amenaza al medio ambiente de las Islas.

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