la laguna

Tras la huella de Fernando Guanarteme

Un equipo de investigadores busca en los archivos algún documento que respalde la tradición de que los restos del aristócrata guanche están en la ermita de San Cristóbal
Ermita de San Cristóbal de La Laguna. Sergio Méndez
Ermita de San Cristóbal de La Laguna. Sergio Méndez
Ermita de San Cristóbal de La Laguna. Sergio Méndez

La tradición oral dice que los restos del aristócrata guanche Fernando Guanarteme descansan bajo la ermita de San Cristóbal, ubicada en la plaza conocida en la actualidad como de La Milagrosa. Sin embargo, no hay ningún registro o documento que respalde fehacientemente esta afirmación. Por ello, un equipo de cinco profesionales, junto con una veintena de colaboradores, está indagando entre los miles de documentos de varios archivos de la Isla y de fuera de ella, intentando encontrar una pista que avale esta creencia y que permita dar el siguiente paso: el estudio arqueológico de la ermita.

El Gobierno de Canarias adjudicó a un equipo los trabajos de esta primera fase de investigación. “Los trabajos se iniciaron a principios de junio, tras haberse adjudicado el contrato a Institutos Canarios, y el equipo está ya en plena faena. La ejecución del contrato tiene fecha límite finales de este mismo año, con lo que de aquí entonces habrá que dar algún resultado suficientemente sólido”, explica Jorge Onrubia, profesor universitario y arqueólogo en este proyecto. “La verdad es que se tardó más de lo previsto en la contratación y, en consecuencia, se empezó tarde a trabajar. Nos hemos retrasado un poco creo que hay tiempo de sobra”, añade al respecto.

Onrubia ya ha manifestado en el pasado que, de momento, la única prueba que se tiene de que los restos de este aristócrata aborigen puedan estar en esa ermita es “arriesgada” porque radica en un único y aislado escrito encontrado hasta el momento, de Marín de Cubas, médico de Telde del siglo XVII. “No hay ninguna seguridad, más allá de algún dato recogido en fuentes de dos siglos posteriores a la muerte de Fernando Guanarteme. Pero que hay que ver de dónde sale ese dato, si es un documento perdido, una tradición oral, una memoria familiar… En eso estamos”, apunta Onrubia.

El equipo de investigadores está trabajando en varios archivos de la Isla, pero “de forma más intensa”, en el diocesano. “Tenemos mucha confianza en lo que existe en el Archivo Diocesano de esta ermita, que es donde supuestamente estuvieron en algún momento los restos mortales de Fernando Guanarteme, aunque de momento por desgracia no hay novedad”, indicó el arqueólogo, aunque matiza con optimismo que “todavía queda documentación que revisar, porque no toda está catalogada”.

Por ello, “no se puede descartar el hallazgo de algún documento. Sabemos, por ejemplo, que hay referencias de su testamento, quien sabe si lo encontramos, lo que sería extraño porque hasta ahora nadie ha señalado la existencia de este documento donde normalmente se prevé donde uno quiere ser enterrado”, añade.

Un trabajo de investigación documental que no es nada sencillo porque “la documentación no siempre está catalogada con lo que no siempre sabemos exactamente lo que hay, hay que abrir legajo a legajo con la esperanza de encontrar algo, y luego a veces no aparece ningún documento relevante tras una semana de trabajo. A veces también el estado de conservación no es el mejor”, manifiesta Onrubia.

Aún así, destaca que “los profesionales que están en estos archivos nos están facilitando mucho la labor, particularmente el Archivo Diocesano, que es complicado, con horarios de trabajo estrictos, pero hemos sido muy bien recibidos y nos han puesto muchas facilidades”.

El equipo de investigadores tiene hasta final de año para revisar la documentación y tratar de hallar esa huella de Fernando Guanarteme. “Redactaremos un informe y se lo elevaremos a la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, que, sobre esos datos y sobre los que nos pronunciaremos como investigadores, decidirá si se continúa con la segunda fase”, explica Jorge Onrubia.

Sin embargo, a su juicio, y tal y como ya ha manifestado en diversas ocasiones, “si no hay un dato lo suficientemente contundente y sólido, yo no sería partidario porque no sabemos cómo vamos a acabar”.

En esta segunda fase se plantearía el estudio arqueológico de la ermita con una exploración no destructiva, en primer lugar, con métodos geofísicos para buscar posibles fosas bajo tierra. De hallarse alguna, se vería cuál puede ser la más favorable y se procedería a realizar una excavación. Sin embargo, se trata de un proceso muy costoso por lo que, a su juicio, no se puede realizar si no hay pruebas sólidas que respalden que los restos de don Fernando Guanarteme pueden estar en la ermita de San Cristóbal.

Último rey

Escultura en honor a Fernando Guanarteme, de Juan Borges, en Gáldar. DA
Escultura en honor a Fernando Guanarteme, de Juan Borges, en Gáldar. DA

Don Fernando Guanarteme, “cuyo nombre indígena no conocemos, era un miembro destacado de los linajes aristocráticos de Gran Canaria” y que se consideró el último rey indígena de la isla, explicó Jorge Onrubia en una entrevista a DIARIO DE AVISOS del pasado año. Hacia 1468, “emerge la figura tan importante de Fernando Guanarteme, quien lidera, en un primer momento, el enfrentamiento con los castellanos y, posteriormente, el pacto, la integración, de los indígenas”.

Según avanzan las operaciones de la conquista de Gran Canaria, los castellanos “capturan a Fernando Guanarteme -relata el profesor-, aunque yo sostengo que fue una entrega voluntaria, que hubo una negociación y que él decide, con una parte de su parentela, pactar con los castellanos. Lo llevan a la Península, donde lo bautizan como don Fernando Guanarteme, y a su regreso él colabora, de ahí esa idea de que era un traidor, con los castellanos en la sumisión de la isla, ayudándole a someter los últimos focos de resistencia”.

Cuando acaba la conquista, toda su parentela obtiene “de los Reyes Católicos el privilegio de permanecer en Gran Canaria y no ser deportados, como pasó con muchísimos indígenas, y se quedan en Gáldar”.

Fernando Guanarteme hizo varios viajes a la Península, “donde incluso en una ocasión participó en un desfile junto a Boabdil, rey de Granada, y los Reyes Católicos. En las Islas participa junto a sus parientes en la sumisión de las revueltas gomeras, así como en la conquista de La Palma y de Tenerife”, donde muere al poco de conquistarse la Isla, en los últimos meses de 1496 o los primeros de 1497.

A juicio de Jorge Onrubia, Fernando Guanarteme es un “personaje fundamental para entender no solo la historia de Gran Canaria sino de Canarias”.

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