El Comité Científico de Evaluación y Seguimiento de Fenómenos Volcánicos (CCES), convocado en la tarde de ayer tras la activación del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), señala como “posible” origen del enjambre sísmico que se registró en la isla de La Palma el pasado fin de semana “una pequeña intrusión magmática a gran profundidad”. “Sería, en todo caso, un fenómeno normal en zonas volcánicamente activas, si bien, en La Palma no se había producido en los últimos 27 años”.
Con la información recabada hasta el momento, pronostican “un escenario de baja peligrosidad a corto plazo”, pero mantendrán la vigilancia para llevar “un seguimiento de la evolución del fenómeno”, según informan en un comunicado oficial.
En este sentido se pronunció la viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, Blanca Pérez, al término de la reunión, poniendo el acento en que los datos que arrojan los científicos son de “absoluta tranquilidad” y que no están preocupados por la sismicidad que se ha dado estos días en La Palma sino “ocupados” estudiando su evolución.
La directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, explicó por su parte que la inestabilidad sísmica “es compatible” con una “pequeña” intrusión magmática a 20 kilómetros de profundidad. En cualquier caso, aseguró que van a intensificar la vigilancia tanto en tierra como en el mar para ver la posible evolución de este fenómeno, que a su juicio es “a gran profundidad”.
Los últimos datos aportados tras la reunión de la tarde de ayer arrojan que desde el sábado hasta ahora, se han producido en torno a 300 microsismos, de los que solo tres han alcanzado una magnitud significativa (entre 2,1 y 2,7 grados). De hecho, la gran mayoría de ellos no se han podido ni siquiera localizar debido a la debilidad de los temblores, tal y como ha venido informando este periódico desde que se inició la serie sísmica.
María José Blanco también envió un mensaje de tranquilidad a la sociedad y destacó que la sismicidad en la isla de La Palma lleva más de 48 horas detenida y solo se han registrado dos pequeños eventos de una magnitud en torno a uno en la escala Richter durante la madrugada que va del martes al miércoles, y no hay “nada más”.
MEDIOS
El Comité también analizó los medios que conforman la red de vigilancia volcánica en la Isla, tanto de los instrumentos existentes como los equipos de refuerzo que se han ido instalando desde la tarde del martes, como nuevas estaciones sísmicas portátiles y una antena GPS. En concreto, el IGN ya tiene operativas dos de las tres estaciones sísmicas portátiles que se trasladaron a La Palma, una de ellas en el Roque de los Muchachos y la otra en El Paso.
Detallan, además, que se han intensificado las mediciones de dióxido de carbono difuso y de la geoquímica del agua, y están llevando a cabo una monitorización hidrogeoquímica, termográfica e interferometría satelital. El grupo volcanológico del ITER también ha incrementado las campañas de medición de emanaciones difusas de gases en el edificio volcánico Cumbre Vieja.
En este sentido, cabe destacar que el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) informaba ayer que los técnicos que han desplazado a La Palma están fortaleciendo la estación geoquímica de Fuencaliente con instrumentación adicional. Una estación que registrará distintos parámetros geoquímicos de interés para la vigilancia volcánica “gracias al uso de la espectroscopía de infrarrojo medio de última generación con espectrómetro de infrarrojo de relaciones isotópicas”.
A todo ello hay que añadir que en los próximos días, un buque del Instituto Español de Oceanografía (IEO) realizará mediciones en aguas profundas próximas a la costa de La Palma para contribuir a la recopilación de datos sobre este fenómeno.
Además de Blanca Pérez y María José Blanco, participaron en el Comité la directora de Seguridad y Emergencias, Nazaret Díaz; el subdelegado del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife, Guillermo Díaz Guerra; Nemesio Pérez, director científico de Involcan; Vicente Soler, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas; Inés Galindo, del Instituto Geológico y Minero de España; Eugenio Fraile, del IEO; Francisco Pérez Torrado, de la ULPGC, y técnicos de la Dirección General de Seguridad y Emergencias.
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